Jueves 21 de noviembre de 2024

Mons. Sánchez agradece al personal de salud que expone su vida para salvar a otros

  • 23 de abril, 2021
  • San Miguel de Tucumán (AICA)
Emocionado, el arzobispo de Tucumán destacó la caridad del personal sanitario que cuidó de él y de todos los enfermos de coronavirus y nombrándolos uno a uno, rechazó que estén "relajados".
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El arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Alberto Sánchez, agradeció el cariño y la oración que le hicieron sentir los tucumanos durante el tiempo que permaneció en la Unidad de Terapia Intensiva por las consecuencias del coronavirus.

“Quiero agradecerles el cariño, la oración que me han hecho sentir mientras me ha tocado estar ahí  trepado a una cruz con Jesús esta Semana Santa. Quiero agradecer a toda la Iglesia diocesana, a todos los tucumanos que me han expresado también sus oraciones, su cariño y su afecto”.

El arzobispo tucumano también dedicó unas palabras a los que están enfermos y cuidan de ellos. 

“Quiero agradecerle de forma particular a todo el equipo de la Terapia del centro de salud que con tanta caridad, no sólo a mí, sino a todos los enfermos, nos cuidan de una manera maravillosa” sostuvo, y aseguró: “No se han relajado, al contrario, están exponiendo sus vidas de forma permanente y con una caridad maravillosa”. 

“Por ello, les quiero agradecer profundamente a todos los que están trabajando en salud y están arriesgando también su vida y con riesgo de contagiar a sus propias familias”, agregó.

Monseñor Sánchez enumeró uno a uno a quienes lo atendieron con dedicación: los enfermeros Ernesto, Marcelo, Jimena, Fátima, Liz, Paola, Carlos, Marcos, Milagros, Naty, Nancy; a los de limpieza Fátima, Ruth, Victoria, Milagros; a los kinesiólogos Facundo, Federico, Alejandra; a los médicos Juan, Eduardo, Virginia, Romy, Fátima, Rómina y cuántos más.

“Muchas gracias y gracias porque es a Cristo mismo a quien se presta este servicio, con cuánto cariño”, dijo con la voz entrecortada y entre lágrimas.

“Ayer falleció la persona que estaba al lado de mí en la misma habitación que yo. Daniel, de Tafí del Valle. Y bueno, uno queda y el otro se va”, expresó entre sollozos. 

El arzobispo tucumano invitó a seguir en la oración y creciendo en la fe cada día más, y acotó:  “Que esta pandemia nos ayude a crecer en fraternidad, que no bajemos la guardia, que sigamos manifestando ese amor profundo por Cristo y por el hermano; para que, de verdad, podamos construir una Patria distinta, una patria de hermanos, donde nos jugamos la vida el uno por el otro. Por eso muchas gracias y a seguir acompañándonos, consolándonos mutuamente”, concluyó.+