Jueves 21 de noviembre de 2024

Mons. Puiggari: "María es punto de referencia constante para la Iglesia"

  • 8 de octubre, 2022
  • Paraná (Entre Ríos) (AICA)
El arzobispo de Paraná pidió que por medio de María, "podamos redescubrir la alegría de ser discípulos-misioneros de su Hijo y que tengamos la pasión de la evangelización".
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Con una caravana encabezada con la imagen de Nuestra Señora del Rosario, que recorrió todas las parroquias de la ciudad escoltada por los fieles, la arquidiócesis de Paraná celebró el 7 de octubre a su Patrona.

Durante la misa central, el arzobispo, monseñor Juan Alberto Puiggari, expresó: “Con gran alegría, después de años difíciles, estamos celebrando a nuestra patrona y madre, la Santísima Virgen del Rosario. Ella nos primereó y visitó nuestra ciudad; ahora con un corazón agradecido y gozoso estamos aquí reunidos para expresarle nuestro amor y gratitud por su protección a lo largo de nuestra historia”.

“Su presencia en una humilde capilla, en 1730, reunió al primer grupo de pobladores en la llamada “Baxada de Paraná”. Reconocer nuestro origen es asegurar nuestro futuro, profundizar sus raíces y garantizar el crecimiento de nuestro pueblo poniendo en el centro a Dios y reconociéndolo como nuestro Señor”.

El prelado manifestó que “hoy queremos pedirle a María que nos enseñe a ser fieles al amor de Dios, un amor que se manifiesta en la Encarnación y en su Pascua”.

Monseñor Puiggari señaló que “el mundo en el que nos toca vivir, frecuentemente profana esta palabra, la corrompe, la vacía de contenido. A nosotros nos toca redescubrir su sentido profundo, vivirla con intensidad y mostrar al mundo la infinita riqueza del amor”.

“Ante nuestro mundo, que cada vez se va alejando de Dios y  por lo tanto del amor, de la felicidad, de la libertad, ante este mundo que grita que Dios ha muerto, debemos reaccionar”, aseguró el arzobispo de Paraná, que subrayó que “sólo la caridad cambiará al mundo, porque sólo el amor redentor de Cristo salvó al mundo. Queremos educarnos en la ley del amor y en la ley del servicio”.

Además, dijo que “la prueba más grande del amor es dar la vida. Queremos aprender a darla, día a día, por Dios y por los hombres. Creemos en la fuerza omnipotente del amor y para no resignarnos y caer en la desesperanza debemos descubrir una vez más nuestra vocación a la santidad, nuestra necesidad de la oración y el llamado imperioso a la misión”.

Monseñor Puiggari manifestó que con María, “queremos ser una Iglesia en salida, de puertas abiertas, que sepamos caminar juntos en comunión para anunciar al Señor que salva”. Pero, reconoció, “bien sabemos que somos débiles y por eso necesitamos de la oración”.

“El título de nuestra patrona, María del Rosario, nos habla de la cercanía de nuestra Madre que en los momentos difíciles nos brinda un medio maravilloso para conseguir las gracias necesarias y especialmente para alcanzar su gran deseo: que nos identifiquemos con su Hijo Jesús”.

El arzobispo de Paraná aseguró que por medio del rosario “queremos descubrir que hay un oasis siempre a mano para restaurar el alma  y retomar el camino de las cumbres. Este oasis es la oración, es el rosario”, y agregó que “en el Rosario el camino de Cristo y el de María se encuentran profundamente unidos. Estamos como arquidiócesis marcados por la Virgen del Rosario, crezcamos en su rezo, en las familias, en todas las comunidades parroquiales”.

"María es punto de referencia constante para la Iglesia y modelo eclesial para la evangelización. En ella aprendemos sobre todo una actitud, un estilo, es el estilo mariano con el que hemos de conducirnos en esta hora de nuestra Iglesia que necesita su conversión pastoral. Un estilo servicial y tierno que cuida de los hijos, sobre todo de los más débiles”.

Finalmente, deseó que en este tiempo sinodal, y por medio de María, “podamos redescubrir la alegría de ser discípulos-misioneros de su Hijo, y que caminando juntos en comunión, tengamos la pasión de la evangelización. Que nos haga una Iglesia más contemplativa y orante para poder ser más profética, misionera, misericordiosa y samaritana”.+