Mons. Olivera: 'Dejémonos abrazar por la misericordia de Dios'

Fue el pedido que hizo el obispo en el contexto del encuentro del clero castrense. Las jornadas cerrarán el viernes con una misa en la catedral Stella Maris, presidida por el nuncio apostólico.

El obispo castrense y de las Fuerzas Federales de Seguridad, monseñor Santiago Olivera, presidió la misa de inicio del 33° Encuentro General del Clero Castrense, que del 7 al 11 de abril se lleva a cabo en la casa de retiros El Cenáculo, del partido bonaerense de Pilar.

El encuentro concluirá el próximo viernes, a las 11, con la Misa Crismal que presidirá el nuncio apostólico, monseñor Adamczyk Miroslaw, en la catedral castrense Stella Maris, del barrio porteño de Retiro.

En la homilía, monseñor Olivera puso el acento en el 33 del encuentro, al afirmar: "La verdad que me llena de alegría saber que es el número, porque es tiempo que habla de perseverancia y de gracia".

"Tiempo que habla de un estilo pastoral que no iniciamos nosotros, sino que nos sumamos a varios años respondiendo a una necesidad y a una intuición de aquellos tiempos de la conveniencia de que sinodalmente, podemos decir hoy, nos escuchemos, programemos, recemos y evaluemos nuestro servicio pastoral", destacó.

En su predicación sobre el pasaje evangélico de la mujer adúltera y el lugar en la que la puso Jesús, el obispo castrense invitó a pensar en el corazón de esta mujer: "Se habrá ido con profundo gozo ante esta sentencia, con profundo gozo seguramente por esa mirada de Jesús, mirada que sana y restaura, mirada que salva". 

"Ese perdón la ha rehabilitado, le ha devuelto una nueva vida", aseguró.

Antes de concluir, monseñor Olivera planteó: "Los invito e invitémonos, en este tiempo de Cuaresma, en estos pocos días que nos faltan hacia la Pascua a dejarnos abrazar y a apropiarnos de la misericordia de Dios, dejémonos ver por Él. Dejémonos restaurar por Él". 

"Me gustaría que en estos días resuene de nuevo en nuestro corazón con sinceridad y valentía: 'Convierte y cree en el Evangelio'" y profundizó: "También es un buen y propicio tiempo para pedirle al Señor su corazón y su mirada". 

"No somos jueces implacables ni fiscales soberbios, somos pecadores que experimentamos el amor de Dios que nos vuelve a la dignidad de hijos, porque sólo El conoce nuestra verdad más honda y nuestras realidades más profundas", concluyó.

Durante el encuentro, el clero castrense recibió una formación sobre la masonería. Más información, en www.obispadocastrenseargentina.org y redes sociales.+