Mons. Moon: 'El Señor quiere estar con nosotros eternamente'

El obispo de Venado Tuerto compartió su tradicional reflexión en la misa dominical, y dijo que "el Señor quiere bajar el cielo para nosotros aquí en la tierra, en nuestro corazón y vida presente".

El obispo de Venado Tuerto, monseñor Han Lim Moon, entregó su tradicional reflexión a partir de las lecturas compartidas en la misa celebrada el domingo 7 de mayo.

El prelado recordó que muchas veces las madres advierten a sus hijos pequeños de los diversos peligros existentes diciendo “no pongan los dedos en el enchufe, porque pueden llegar a morir, no coman naftalina, porque podrían enfermarse y morir. Lo más importante es que los niños creen lo que el padre y la madre le dicen, creen en su palabra y hacen caso”.

En ese sentido, continuó, así como lo hacen las madres con sus hijos, “Jesús también nos dice: ‘crean en mí y en la casa de mi padre que tiene muchas habitaciones, hay un lugar para cada uno de ustedes y cuándo yo me haya ido volveré para llevarlos conmigo a ese lugar que les he preparado, a fin de que ustedes estén donde yo esté y ustedes también estén conmigo’”.

“El Señor, no sólo quiere que estemos con él, sino que también estemos con Dios padre, Dios hijo y Dios Espíritu Santo, la Virgen María, los santos y todos nuestros seres queridos. 

Muchos no conocen esta frase de Jesús que hace dos mil años pronunció: ‘Donde yo esté, quiero que ustedes también estén conmigo’. Él quiere estar con nosotros eternamente”, agregó. 

Asimismo, el prelado recordó que “si creemos en esta palabra de Jesús, tendremos los siguientes frutos: Primero, la certeza que después de nuestra muerte, estaremos con él en el reino. Es una esperanza segura. Segundo, tendremos esa habitación tan hermosa que nos prometió. Y tercero, la muerte no es caer en el abismo, sino caer en los brazos fuertes y amorosos de Dios Padre. La muerte se convertirá en el único y eterno momento con Dios”. 

Finalmente, mencionó que también “hay otra buena noticia, y es que el espíritu del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo están tan ansiosos que no pueden esperar a que nosotros muramos para que se dé ese encuentro. Entonces, el Señor quiere bajar el cielo para nosotros aquí en la tierra, en nuestro corazón, en nuestra vida presente. Él quiere vivir con nosotros para siempre”.+