Sábado 20 de abril de 2024

Mons. Martínez Perea animó a ver la cuarentena como un "tiempo de gracia"

  • 24 de marzo, 2020
  • San Luis (AICA)
El obispo de San Luis, monseñor Pedro Daniel Martínez Perea, envió una carta pastoral a la comunidad diocesana.
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Con el propósito de “compartir a la luz de fe la realidad actual y difícil en la que nos encontramos”, el obispo de San Luis, monseñor Pedro Daniel Martínez Perea, envió una carta pastoral a la comunidad diocesana, que contiene dos aspectos: una reflexión desde la fe, desde el orden sobrenatural; y un aspecto práctico natural y social, en el contexto del bien común.



“La Iglesia siempre en momentos de calamidad, pestes o circunstancias gravísimas ha exhortado a todos los fieles a orar a Dios Padre para que libere a los pueblos”, comenzó diciendo el obispo, con el objetivo de animar a la comunidad a rezar por la situación presente. En un mundo que “queda como paralizado”, “todos nuestros planes quedan truncos”, “no somos dueños de nuestras vidas, somos débiles y ciertamente vulnerables reconociendo nuestra pequeñez”.



Pero el prelado definió este tiempo como una “oportunidad que nos llama a valorar lo importante de la vida. Para que no abandonemos lo esencial de la vida personal, familiar y social. Que apreciemos esas virtudes y valores”; y un momento para “elevar nuestras miradas a la misteriosa y amorosa providencia de Dios Padre, dueño de la historia, que no nos abandona”.



“Es un momento de aprovechar estas circunstancias como un tiempo de gracia. ¿Qué nos quiere decir Dios, ahora? Si nos horrorizamos por el daño físico y económico tan terrible producido por este microorganismo. Si temblamos y tenemos miedo viendo los estragos que ocasiona, pensemos que un pecado mortal hace más daño en última instancia que el coronavirus. ¿Hemos meditado en esta realidad? ¿Nos damos cuenta del mal espiritual que causa una grave desobediencia al amor infinito de Dios, como lo es el pecado mortal?”.



Seguidamente, mencionó la Cuaresma y animó a vivirla a conciencia, “con espíritu de penitencia, oración y sobre todo en orden a la conversión del corazón; haciendo un buen examen de conciencia y prepararnos para una santa confesión y comunión pascual. Que sea un tiempo entendido como un regalo de Dios para crecer y educarnos integralmente como hombres y como cristianos. Que somos creados por Dios y no somos dioses. Lo cual nos lleva a una profunda humildad”.



Luego indicó: “La cuarentena nos pone en condiciones de tener un tiempo libre inesperado del que debemos sacar provecho espiritual”, y recomendó disponer de tiempo para la lectura de la Palabra de Dios ante un crucifijo, el rezo del rosario y del víacrucis los viernes de cuaresma, y seguir la transmisión de la misa.



Finalmente, el prelado se refirió a un aspecto más práctico en el que recomendó a la comunidad los cuidados apropiados para evitar la propagación y el contagio del Covid-19. “Recordemos que en los momentos difíciles sale a la luz lo mejor de nosotros, como cristianos y como ciudadanos”, sostuvo y concluyó invitando a rezar por los gobernantes “para que Dios los ilumine en las medidas que implementarán para cuidarnos, y que todos estamos obligados a obedecer”.+