Viernes 22 de noviembre de 2024

Mons. Fernández realizó el envío misionero a los jóvenes de la arquidiócesis

  • 31 de enero, 2023
  • La Plata (Buenos Aires) (AICA)
El arzobispo platense dijo a los jóvenes que visitarán los hogares llevando el anuncio de Cristo que, "entregándose al Señor y a los demás en esta misión, ustedes se dejan santificar por Él".
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El arzobispo de La Plata, monseñor Víctor Manuel Fernández, presidió el domingo 29, en la parroquia María Auxiliadora de Abasto, la misa del envío misionero de los jóvenes de la arquidiócesis que visitarán los hogares llevando el anuncio de Cristo. Concelebró el párroco, presbítero Carlos Piris.

Durante la homilía, monseñor Fernández recordó a los jóvenes que la arquidiócesis "quiere recorrer este año como el año de la santidad, un año para crecer en la santidad. Y ahora ustedes están aquí para crecer en la santidad a través de la misión”.

“Entregándose al Señor y a los demás en esta misión, ustedes se dejan santificar por el Señor. Y sin duda, si se entregan, si son generosos en estos días, después de la misión serán un poquito más santos para gloria de Dios”, continuó.

Asimismo, invitó a vivir la misión en íntima unión con Cristo, porque “Cristo nos llamó y aquí estamos”. “Qué hermoso estar con Él, abrazados por su paz, con la llamita de fuego que él enciende en nuestros corazones. Él es tu vida. Decí en tu interior: para mí la vida es Cristo, y quiero compartirlo. Pero sentilo a tu lado en esta misión, caminando con vos, hablando con vos y a través de vos”, señaló.

Por otra parte, monseñor Fernández también pidió a los jóvenes misioneros que tuvieran muy presente un secreto de la misión: “Ustedes van a salir estos días a dar testimonio de su fe en Cristo. No a ser maestros, no a dar charlas, no a convencer a nadie. Pero sí a dar testimonio de su fe y de su amor a Cristo. Ustedes, después de escuchar a las personas y de conocerlas un poquito, solo van a decir: ´Venimos humildemente a contarte que hemos encontrado a Jesús, que lo sentimos como amigo, que él nos da fuerzas para vivir y para salir adelante. Y que vale la pena que intentes hablar con Él las cosas más profundas y más dolorosas de tu vida. Te va a dar fuerzas´. Y al final, les dirán: ´¿Le molesta si hacemos una pequeña oración por usted y por su familia?´”.

En esa sintonía, los animó a recordar que en la misión todo es impredecible, porque tiene que ver con el misterio de cada corazón y con el misterio del Espíritu Santo. “Van a encontrar gente que se lamenta mucho, gente muy herida por los golpes de la vida, gente enojada con todo, y ustedes orarán interiormente por ellos, para que el Señor les dé paz”, destacó, al tiempo que subrayó que “puede ser que alguno esté tan herido que los agreda, o les diga cosas desagradables, pero hoy Jesús les dice en el Evangelio: felices los pacientes, felices los perseguidos, felices los que lloran por el Evangelio. Escuchen esa voz de Jesús que los consuela y dejen que las palabras duras pasen, que la indiferencia no los afecte, que las agresiones no los lastimen".

Seguidamente, expresó que "también encontrarán gente que sabe sobrellevar con paciencia y sabiduría muchos problemas, límites y angustias. Gente que, a pesar de tener tan poco, está agradecida con Dios y se siente amada por el Señor. Encontrarán la obra del Espíritu Santo en los corazones. Escuchen y aprendan, déjense enseñar también a través de la gente. Lo que yo les puedo asegurar es que esta visita a los hogares no será inútil”.

“Tengan certeza de que, más allá de todo, la visita de ustedes será una bendición, derramará luz y esperanza. Solo hay que entregarse y confiar en el Espíritu Santo que hace su obra en el secreto de los corazones. Y entonces, aunque por fuera a vos te parezca que no conseguiste nada, apartá ese pensamiento negativo porque no es verdad”, enfatizó.

Finalmente, manifestó que el Espíritu santo “va a seguir trabajando en lo íntimo de los corazones y dará su fruto cuando Él quiera, aunque vos no lo veas. Pero tené la certeza de que tu entrega en estos días no será inútil. ¡Gloria a Dios!, y que Él reciba como ofrenda de amor estos días que ustedes le regalan”.+