Martes 23 de abril de 2024

Mons. Colombo: Testimoniar la esperanza sin dejar de anunciar el Evangelio

  • 18 de mayo, 2021
  • Mendoza (AICA)
El arzobispo de Mendoza llamó a hacerlo y también a rezar y hacerse presentes en el mundo del dolor, dentro de las limitaciones que "impone la pandemia y las restricciones de política sanitaria".
Doná a AICA.org

El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Daniel Colombo, presidió la misa por la solemnidad de la Ascensión del Señor en el Carmelo del Espíritu Santo y María, Madre de la Iglesia, de la ciudad mendocina de Luján de Cuyo.

“En estos tiempos tan particulares que atravesamos nos toca testimoniar la esperanza sin dejar de anunciar el Evangelio, de rezar y de hacernos presentes en el mundo del dolor, dentro de las dolorosas limitaciones que nos impone la pandemia y las restricciones de política sanitaria”, afirmó.

“Los signos que ponen nuestras parroquias con sus Cáritas, la Pastoral de la Calle, la Pastoral de la Salud y las otras pastorales presentes entre los más pobres, nos hablan de una Iglesia en clave de esperanza que anunciará siempre al mundo la presencia de un Dios comprometido con la historia de los hombres, llamados a creer en Él para tener vida”, destacó en la homilía.

El arzobispo mendocino recordó que el domingo también se celebró la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, a la que consideró una oportunidad para dar gracias a Dios por “tantos comunicadores que responden con fidelidad al encargo de trasmitir la verdad de cuanto acontece”.

“En primer lugar, quiero agradecer a nuestros propios comunicadores que integran una pastoral siempre atenta a difundir la Buena Noticia del Señor entre nosotros, aquí en Mendoza. Creativos y eficaces, son siempre multiplicadores de todo cuanto la Iglesia realiza en continuidad con el Divino Maestro”.

Monseñor Colombo también felicitó a los periodistas, locutores y personal de los medios de comunicación que sirven a la comunidad desde el arte de la comunicación.

“En estos días hemos celebrado los cuarenta años de este querido Carmelo del Espíritu Santo y María, Madre de la Iglesia. En Mendoza sabemos del valor de los oasis. Este Carmelo, como todo monasterio contemplativo, son oasis en los desiertos de las sociedades modernas que, aunque sedientas de Dios, se pierden muchas veces detrás de espejismos y falsos atajos”.

“Deseo agradecer al Señor por este signo de su amor que es el Carmelo y sus hermanas, que nos invitan a la oración en medio de los desafíos cotidianos, los dolores y sufrimientos, pero también en los innumerables gestos de servicio que nos hablan de Dios y nos invitan a contemplarlo. Dios bendiga este Carmelo y las vocaciones que Él quiera convocar para unirse a la plegaria común de toda la Iglesia”.+

» Texto completo de la homilía