Domingo 1 de junio de 2025

Mons. Cargnello: 'Tomemos decisiones que nos proyecten a la vida, a la Resurrección'

  • 11 de abril, 2023
  • Salta (AICA)
El arzobispo de Salta pidió a los cristianos "alimentar la fe y no achicarse, en medio de una sociedad que necesita el testimonio de una esperanza que brota de la Resurrección del Señor".
Doná a AICA.org

El arzobispo de Salta, monseñor Mario Antonio Cargnello, presidió la misa del domingo de Pascua en la catedral local, de la que participó un gran número de fieles.

En la homilía, el prelado expresó que “si habláramos en el lenguaje de la evolución, diríamos que la Resurrección de Jesús constituye un salto de calidad en la creación superior a todos los otros grandes saltos. El salto de la no vida a la vida, el salto de lo no humano a lo humano, son verdaderos saltos de calidad. Pero, el salto de la Resurrección nos hace pasar del nivel de esta vida, que acaba en la muerte, a la vida que no tiene fin, a la vida plena, y eso lo hizo un hombre: Jesucristo, que es Dios con nosotros”.

“Eso es lo que celebramos y es el fundamento de nuestra fe. Si nosotros, mirando la creación, advertimos la dignidad del ser humano, que puede pensar, querer, decidir, que tiene un proyecto, que tiene gusto por lo eterno y lo trascendente, pensemos la diferencia que hay entre ser un ser para la muerte y ser uno para la vida definitiva”, agregó monseñor Cargnello, quien subrayó que los cristianos “somos personas llamadas a la vida que no acaba, a la eternidad, al cielo, y todo nace de la Resurrección del Señor. Esa es la experiencia fundamental de la Resurrección”. 

El arzobispo salteño dijo que “nuestra vida no acaba en el Viernes Santo, sino que es la entrada a lo profundo de nuestro ser para que, acompañados por el Señor, tomemos nuestras decisiones que nos proyecten a la vida, a la Resurrección”. “Esto celebramos, por eso tenemos esperanza y debemos impregnar nuestro vivir en el tiempo que se nos regala, al estilo del Resucitado, sembrando la eternidad”, continuó. 

Monseñor Cargnello destacó que el punto clave para la transformación del mundo, para ser coherentes con ese paso inmenso de la muerte a la vida, es pasar haciendo el bien como hizo Jesús, quien sanó también a los que habían caído en el poder del demonio. “Ese es el plan de vida del cristiano, nuestro plan de vida, que debiera ser el primer pensamiento de cada jornada: ¿Puedo hacer el bien hoy?, ¿cómo puedo hacerlo?, ¿quién espera de mí que le haga el bien? El cristiano que vive el estilo de Jesús busca hacer el bien, el corazón se le va abriendo para que dentro de su corazón entre la humanidad entera”, enfatizó. 

Por otra parte, el prelado pidió que, “frente a los conflictos del mundo de hoy, frente a los conflictos de nuestra Patria, no nos domine la tentación del abatimiento y la desesperación. Nosotros tenemos la exigencia de la esperanza. Es posible mejorar si nosotros tomamos en serio esto de hacer el bien”. 

Pero, dijo, hacer el bien “no es simplemente en una circunstancia cualquiera, dando una moneda a alguien en las puertas de nuestros templos o en las orillas de nuestros bancos; sobre todo es hacer el bien que nos corresponde: ser un buen padre o madre de familia, ser buenos hijos, ser buenos trabajadores y estudiantes en donde nos toque, ser buenos y responsables como ciudadanos, no buscar los intereses personales o de algún grupo, sino el bien común”. 

“Debemos, por ser cristianos, dejar que la Palabra de Dios nos comprometa”, dijo, y expresó que “solo en la Comunión de la Iglesia se cree y se empieza realmente esta transformación, que significa un salto de calidad que nos acerca a Dios y nos hace tocar a la humanidad con el mismo Dios”. 

Reconoció que “es tan grande la fe, el horizonte de la fe” y, sin embargo, “muchas veces nosotros la reducimos a lo inmediato, a los intereses de techos para abajo, al puro placer sin solidaridad real, sin hacer el bien desde una fraternidad”. 

Finalmente, manifestó: “Alimentemos la fe y no nos achiquemos los cristianos, en medio de una sociedad que necesita el testimonio de una esperanza que brota de la Resurrección del Señor. Que Dios nos conceda unas buenas Pascuas”.+

» Texto completo de la homilía

NOTICIAS RELACIONADAS