Miércoles 30 de octubre de 2024

Mons. Canecín llamó a recuperar la centralidad de la Palabra de Dios

  • 23 de enero, 2023
  • Goya (Corrientes) (AICA)
El obispo de Goya presidió en la catedral local la misa por el domingo especial dedicado al "libro más santo de todos los libros". "Que Dios nos regale la gracia de redescubrir su importancia", pidió.
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El obispo de Goya, monseñor Adolfo Ramón Canecín, presidió  la celebración eucarística por el Domingo de la Palabra de Dios en la catedral Nuestra Señora del Rosario, donde hizo hincapié sobre tres aspectos: “Jesucristo es luz que disipa la oscuridad”, la “cercanía de Dios se traduce en conversión” y la gracia de “responder como los primeros discípulos, porque cada bautizado estamos llamados a ser anunciadores de la Palabra del Señor”.

“Al llegar la plenitud de los tiempos Dios nos habló por aquel que es su Palabra, Dios no tiene otro como su hijo unigénito, eterno por el Padre. Dios se dijo en aquel que es la Palabra y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros”, expresó durante su homilía.

“Todo lo que Dios tenia por decir al género humano lo dijo de una vez y para siempre en Jesucristo, la Palabra hecha carne” y recordó luego las palabras de San Juan de la Cruz: 'En la Palabra hecha carne Dios se agotó'”, subrayó.

Monseñor Canecín llamó a recuperar la "centralidad de la Palabra de Dios, en nuestra vida personal, en las familias y en la comunidad" y expresó: "Que cada uno de nosotros podamos entronizar la Palabra en nuestra propia casa, el libro más santo de todos los libros”.

“Que importante es en este Domingo, pedir a Dios que nos regale la gracia de redescubrir la importancia y el valor de la Palabra de Dios en nuestras vidas”, afirmó, y agregó: “Jesús es la luz que viene de parte de Dios y tiene el poder de disipar la oscuridad de la mente del corazón de las familias, de la Iglesia y de toda la realidad que podamos tener. Cuanta oscuridad experimentamos todos y, esa oscuridad tiene un causante que es el padre de las tinieblas, mientras que Jesús es la luz que vence la oscuridad”.

El prelado goyano señaló que la Patria necesita "la luz para superar la grieta que divide, necesitamos la luz para reconocernos hermanos y hermanas, necesitamos la luz para buscar el bien común”. Por lo que  aconsejó: “Desde ahora vayamos buscando luz y discernimiento en este año electoral, no esperemos a última hora para pensar, informarnos y discernir para emitir con responsabilidad cívica en su momento el voto que tenemos dar, por eso necesitamos la luz, porque a veces caminamos en las tinieblas”.

En segundo lugar se refirió a las palabras de Jesús: “El Reino de los cielos está cerca, conviértanse” y en ese sentido dijo que “cuando se acerca la luz, tomamos conciencia de cómo estamos y de ahí surge la necesidad de limpiar el corazón y la mente, surge la necesidad de la conversión”.

“La conversión es la respuesta a la cercanía del Reino de Dios. El reino es Jesucristo, su vida, sus palabras y sus obras, en él acontece el reino. Jesucristo es el reino que se acerca a cada uno de nosotros, cuando más cerca está, Él es el que motiva la conversión, que es un don que tenemos que pedir y es una tarea que abarca toda la vida en la cual tenemos que empeñarnos”, añadió.

En tercer lugar, monseñor Canecín planteó: “El Señor necesita anunciadores del Reino” por eso es que "llama a los primeros discípulos. Con una sola palabra ´síganme´ dejaron todo y lo siguieron. Esa es la cercanía del reino, cuando experimentamos la cercanía como les pasó a los primeros discípulos, allí brota el cambio” señalo.

“La Biblia es el libro mas santo de todos los libros”, sostuvo y reiteró su llamado a”entronizar el libro de la Palabra y alimentarnos de ella cotidianamente” porque dice la Escritura: “El hombre no vive solo de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.

“Toda la Palabra que salió de la boca de Dios fue compilada y esta registrada en la Sagrada Escritura, por eso, nosotros como familia cristiana tenemos que tener un gran amor, gran valoración a la Palabra de Dios”, afirmó.

“Que importante es tener hambre y sed de la Palabra de Dios, esta palabra que es la segunda persona de la trinidad hecha carne. Jesucristo es la Palabra de Dios, que nosotros destacamos y aclamamos” concluyó.

Al finalizar la celebración eucarística, monseñor Canecín bendijo las Biblias y Nuevos Testamentos que presentaron los feligreses y luego se realizó una hora santa comunitaria con la exposición del Santísimo Sacramento.+

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