Mons. Buenanueva: "Buscamos el rostro luminoso de Jesús resucitado"

El obispo de San Francisco comentó el Evangelio del segundo domingo de Cuaresma, centrado en la Transfiguración del Señor, y habló de sus implicancias en nuestra vida de piedad.

El obispo de San Francisco, monseñor Sergio Buenanueva, publicó su reflexión sobre el Evangelio del segundo domingo de Cuaresma, centrado en la Transfiguración del Señor, y se refirió a sus implicancias en la vida de los fieles.

En ese sentido, expresó que “pasamos del desierto de las tentaciones a la manifestación luminosa del Señor en la montaña santa”, y que una vez allí, “el rostro de Jesús es la manifestación radiante de los sentimientos más hondos de Dios hacia el hombre. En él se reflejan los ojos y el corazón de un Dios Padre bueno, leal y misericordioso”.

“Por eso -agregó- en la tradición espiritual del cristianismo, quienes se han sentido tocados por el Espíritu buscan, tanto en su oración como en su vida, ser alcanzados por la mirada luminosa del Señor. Y, de esa manera, ellos mismos se ven transfigurados por esa mirada de fuego. Una llama que arde, quema y purifica. Destruye todo lo que hay de inhumano en el corazón. Y, por eso, salva”.

Y concluyó: “Buscamos el rostro luminoso de Jesús resucitado. Así, sus rasgos van transfigurando nuestro rostro. Es el dinamismo más profundo de la vida cristiana que la Cuaresma busca acelerar. Es la conversión del corazón que suplicamos con obstinada esperanza”.+