Sábado 20 de abril de 2024

Mons. Bressanelli: "El Papa comparte mi opinión sobre Marcelo Diez"

  • 2 de diciembre, 2013
  • Neuquén (AICA)
En una entrevista al diario La Mañana, el obispo de la diócesis de Neuquén, monseñor Virginio Bressanelli SCJ, aseguró que el papa Francisco comparte su opinión de hacerse cargo de Marcelo Diez, un hombre que permanece desde 1994 postrado y en estado vegetativo y a quien la familia busca cesarle su alimentación e hidratación. El prelado advirtió que Neuquén "no es la excepción" a la problemática general del país del avance de las drogas y el narcotráfico, por lo que reclamó que el Estado provincial tenga una opción "clara" por la Educación y en la prevención de las adicciones.
Doná a AICA.org
El obispo de la diócesis de Neuquén, monseñor Virginio Bressanelli SCJ, aseguró que el papa Francisco, con quien se entrevistó en octubre pasado, comparte su opinión de hacerse cargo de Marcelo Diez, un hombre que permanece desde 1994 postrado y en estado vegetativo y a quien la familia busca cesarle su alimentación e hidratación.

En una entrevista al diario La Mañana, el prelado advirtió que Neuquén "no es la excepción" a la problemática general del país del avance de las drogas y el narcotráfico, por lo que reclamó que el Estado provincial tenga una opción "clara" por la Educación y en la prevención de las adicciones.

¿Cómo ve la situación de los jóvenes frente al flagelo de la droga?
Ese fue el tema principal de la última asamblea plenaria del Episcopado. Hay una visión global de toda la Argentina, donde indudablemente el tema de la droga y el narcotráfico nos preocupa cada vez más. En otras oportunidades la Iglesia manifestó su preocupación, inclusive se presentó en el Congreso un proyecto de ley para abordar este tema. Pero nos damos cuenta de que no se están dando los pasos que requiere la gravedad de la situación que vive nuestro país, y corremos el riesgo de entrar en un camino que no tiene retorno. O un camino muy difícil que va a implicar mucho sufrimiento y, Dios no quiera, muchas muertes.

¿Cuál es la situación particular de esta problemática en Neuquén?
Nuestra provincia no es una excepción, sobre todo en los barrios más pobres uno nota que es algo que está muy presente. En cuanto a los jóvenes, lo más doloroso es que cada vez la droga va atrapando a los chicos de menor edad. Antes se hablaba de que era en torno a la adolescencia, cerca de los 14 años, pero hoy se habla de que los chicos se inician a los 8.
Esto nos señala que hay una descomposición de la familia que es muy grave, que hay niños y jóvenes que no tienen contención. Nos señala que hay niños y jóvenes que van perdiendo el sentido de su vida y buscan en otros caminos, que lamentablemente son nocivos, respuestas que no encuentran en la sociedad ni en sus familias ni en los amigos.

En este contexto, ¿cómo puede ayudar la Iglesia?
Creo que todos tenemos que ayudar. Esto va a ser un trabajo que no se va a solucionar con la acción de una sola institución, sino que es un trabajo interinstitucional. Hay que hacer todo lo posible para que de alguna forma todos aportemos. En segundo lugar, hace falta un trabajo interdisciplinar, se necesitan profesionales y personas competentes bajo distintos puntos de vista; acá hay que hacer un trabajo integral ante el niño o el joven que está en situación de peligro o bien en situaciones comprometidas con el consumo de droga.
Hay que abordar la problemática desde el punto de vista social, familiar y económico; también desde el punto de vista de todas las instituciones del Estado.

Entonces, ¿qué rol juega el Estado?
Sobre todo debe perseguir a los que son los despachantes, productores y las mafias responsables que hay detrás de todo esto.
Yo diría que primero hay que pensar en las políticas del Estado a corto, mediano y largo plazo para afrontar esto, y luego en la prevención, que es lo que pide un trabajo más armónico e integrador.
Hay que pensar en un servicio terapéutico, y esto es muy amplio. Desde el hospital que debería tener un servicio permanente en cada lugar y hospital. Cuando la persona llega no se le puede decir venga mañana o atendemos sólo martes y viernes, hay que aprovechar la oportunidad, hay que pensar en camas para la internación, en profesionales y en casas de recuperación.

Y la adicción al juego, ¿en qué lugar la ubica?
En una provincia que tiene más de 20 casinos -creo que son 26-, lo que es realmente un escándalo porque sabemos que ahí se destruyen familias, amistades, personas, por el hecho de gastar pensando en la quimera de lograr alguna vez ganar la grande.

Recién hablaba de las instituciones y del rol del Estado en un tema como la drogadicción. Algo que preocupa hoy es la situación en Salud, donde existe un conflicto desde hace siete meses. ¿Qué mirada tiene? ¿Piensa intervenir la Iglesia?
Es una situación que veo con mucha preocupación. La Iglesia no interviene por decisión propia, además evita ser mediadora. De todas maneras, sí puede ser facilitadora del diálogo, ayudar a que las partes se encuentren.
Me reuní con médicos del Sindicato de Profesionales de la Salud Pública de Neuquén (Siprosapune) y ellos presentaron algunas preocupaciones que para mí son legítimas. Hablaron del deterioro de los servicios de salud pública y uno ve que hay un deterioro; hablaron de la fuga de recursos humanos, médicos que por su necesidad salarial o por el estrés emigran hacia instituciones privadas o a otras provincias, y eso también es una realidad. Estoy de acuerdo con el reclamo y también creo que va a ser necesario que se dé una mesa de diálogo para la recomposición salarial. Entiendo que hoy la situación es difícil para todos, pero hay lugares donde tenemos que garantizar que no se entre en crisis. En educación y en salud, donde se juegan las necesidades básicas, es importante que los conflictos no se prolonguen demasiado.
Cuando en temas de necesidades básicas los conflictos se prolongan mucho es señal que está fallando la gestión, la gestión de quien tiene que aportar a una solución eficaz, rápida y correcta de lo que es el problema. Este conflicto ya lleva siete meses y eso desgasta.

Habló de la droga y de los problemas en educación, ¿cuánto puede influir en estos temas el crecimiento de la pobreza?
En los lugares petroleros hay una inequidad que es el desequilibrio entre el estándar de vida que puede tener por su salario un petrolero y lo que ganan los demás. Neuquén creo que tiene un poco de todo. El centro es lo más bonito que hay y hace pensar en una población que está bien, pero uno hace 15 cuadras para el Oeste y debe pensar de otra manera porque es otra realidad.
La pobreza existe y creo que en este momento hay una cierta disminución de empleos. Y puede ser que con las nuevas inversiones haya nuevos puestos de trabajo, pero que cada vez exigen mayor preparación. Y entonces hay una parte de la sociedad que cada vez queda más marginada. Un chico al que le falta la comida qué ganas de estudiar puede tener.

Hace unos días tuvo la oportunidad de viajar a Italia para reunirse con Francisco, ¿se puede saber cuáles fueron los temas que analizaron?
El 22 de octubre fui recibido por el santo padre, Francisco. Fue un encuentro de 50 minutos donde hubo temas particulares, después entramos en lo general. A él le interesó hablar sobre la juventud, me pidió que le contara cómo la veía, hablamos sobre la Pastoral Vocacional, la situación de nuestra Diócesis. No hablamos tanto de lo eclesial, sino de la parte más social.
A Francisco lo conocía desde 1980; coincidimos en la ciudad de San Miguel, él era rector del colegio máximo de los jesuitas y yo formador del grupo de mi congregación. Después nos hemos ido viendo en distintos encuentros, pero sobre todo tuvimos un intercambio muy grande desde 2005 cuando me convertí en obispo. Además compartimos la visión. Yo me sentí siempre muy apoyado por él, siempre apoyó las periferias, las diócesis más lejanas y necesitadas.

¿Tuvo oportunidad de preguntarle por el caso de Marcelo Diez?
Ya se lo habían presentado otras personas. Pero igual él lo conoce, habíamos hablado sobre ese caso estando él en la Argentina, la última declaración mía le llegó en mano y en una pequeña carta que una vez le mandé le dije que el tema continuaba en el tapete.

¿Y qué opinión tiene Francisco sobre esta situación?
Él comparte plenamente la opinión que yo presenté en nombre de la Iglesia, no es una opinión personal sino que es una visión cristiana ante una situación tan dolorosa. Lo hablo con respeto porque es doloroso para la persona que está en esa situación aunque no se dé cuente, para todos aquellos que hoy son su familia y todos los empleados de Luncec, quienes lo cuidan, lo tratan con cariño para que perciba que no está solo. Yo más allá de la postura de las hermanas, que no comparto, miro con respeto a la familia porque no soy quien para juzgar a nadie, y miro con respeto también porque me imagino que ellas deben sufrir mucho.
Nosotros estamos por la vida, la vida es algo tan grande que no somos dueños ni administradores. Quiénes somos nosotros para cortarle a alguien lo indispensable que es el agua y la comida, porque él no está conectado a nada.

¿Qué expectativa tiene del fallo que tiene que dar la Corte Suprema de la Nación por este caso?
Espero que haya una visión realmente humana y que lo vean a él. Que no fallen sin verlo. Pienso que ellos tienen que tener pruebas. En el instituto Favaloro hay toda una técnica especial que es objetiva y que permite decir qué grado de conciencia tiene. Me gustaría que la Corte Suprema de Justicia de la Nación lo pudiera llevar ahí.

¿Cómo ve a la Iglesia con el papa Francisco?
A la Iglesia la veo con alegría y esperanza, no sólo con el papa Francisco. Creo que a pesar de sus debilidades y equivocaciones es la institución más sana que existe. Y lo digo desde el corazón. Creo también que la Iglesia tiene los papas que necesita en su tiempo. Benedicto XVI fue un gran teólogo, la enseñanza de él es fuerte y va a perdurar en la historia.
Hoy tenemos un papa que es fundamentalmente un pastor, y el pastor de ahora tiene características que no tuvieron los otros pastores, de llegar a la gente, de ser muy llano en la forma de hablar, de decir con claridad las cosas. A mí me llama la atención que hoy mucha gente dice ?yo no me pierdo ni una palabra del papa Francisco?. Estuve en Europa y me llamó la atención cómo lo quiere la gente.+