Miércoles 30 de octubre de 2024

Mons. Bochatey pide "coherencia" a las autoridades y que no impongan el aborto

  • 22 de junio, 2020
  • Buenos Aires (AICA)
El presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral de la Salud, monseñor Alberto Bochatey, pidió a las autoridades no presentar al aborto como "prioritario e indispensable" en medio de la pandemia.
Doná a AICA.org

El presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral de la Salud, monseñor Alberto Bochatey OSA, obispo auxiliar de La Plata, pidió a las autoridades sanitarias “coherencia” para no presentar al aborto como “prioritario e indispensable” en medio de la pandemia.

“Lo primero que surge es pedir a las autoridades tener en cuenta el principio de coherencia”, subrayó en declaraciones a Valores Religiosos, 

El prelado lamentó el fuerte aumento de la cantidad de abortos “no punibles” en los últimos cinco años en la ciudad de Buenos Aires y, si bien consideró que “no es el momento de abrir el debate” sobre este tema , señaló que “tampoco es el momento de declarar el aborto como algo esencial y aprovechar el drama de la pandemia para ganar terreno e imponer lo que la ciudadanía rechazó, por medio de sus legisladores, el año pasado”.

Según datos de la Coordinación de la salud Sexual, Sida e Infecciones de Transmisión Sexual de la ciudad de Buenos Aires publicados recientemente por el diario La Nación, mientras en 2014 –cuando se empezó a proveer de misoprostol a los centros de salud- se hicieron 91 Interrupciones Legales del Embarazo (ILE), el año pasado fueron 8.388, solo en el sistema sanitario público porteño, lo que implica un aumento de casi cien veces.

De éstas, 54 fueron a menores de 10 a 14 años, 1.133 a adolescentes de 15 a 19 y el resto, de 20 a 49.

Tras manifestar que “nos duele y nos horroriza los más de 800 muertos que ya ha provocado el Covid-19", monseñor Bochatey se pregunta: ¿Nos duele igualmente y nos horroriza los más de 8.000 muertos que declara el estudio de la Ciudad de Buenos Aires a causa de abortos legales?”.

“El drama del aborto no lo resuelve un Protocolo con una sola perspectiva ‘científica sanitarista’, sino que necesita de un replanteo profundo y fundamental, a su debido tiempo y sin privilegios políticos o ideológicos”, aseveró.

“Entre defender la vida y el relativismo, defendamos la vida”, concluyó.+