Mons. Bitar animó a seguir caminando y edificando en cada rincón de la diócesis
- 2 de junio, 2025
- Oberá (Misiones) (AICA)
El obispo de Oberá presidió la Eucaristía con motivo de la quinta Asamblea Diocesana y pidió ser Iglesia misionera, misericordiosa y sinodal, como "tres llamados a asumir como familia".

Con motivo del Jubileo de la Esperanza que la Iglesia vive universalmente, la diócesis de Oberá tuvo el 31 de mayo su quinta Asamblea Diocesana, que se realizó con el lema "Hacia una Iglesia sinodal en salida".
La jornada estuvo repartida en diversos lugares (Instituto Mariano, Instituto San Juan Pablo II, Escuela 185 y la Casa de la Familia Schoenstatt) y se inició con una recepción y posterior desayuno, el acto de apertura, seguido de una animación y oración.
Además, hubo un jubileo por áreas de pastoral, movimientos y grupos de espiritualidad y misión en aulas y salones de los institutos Mariano y San Juan Pablo II.
Sobre el mediodía se realizó una peregrinación jubilar y se celebró la Eucaristía en la catedral, que fue presidida por el obispo de Oberá, monseñor Damián Bitar.
Durante la misa, en la que además se celebró la fiesta de la Visitación de la Santísima Virgen María, fueron instituidos como acólitos los seminaristas Gabriel Olivera y Joaquín Ocampo.
En la homilía, monseñor Bitar manifestó: "Deseo pronunciar las mismas palabras del papa León XIV cuando desde el balcón de la basílica de San Pedro proclamó las palabras del Resucitado a sus discípulos: la paz esté con ustedes. Sí; ¡Qué su paz tome bajo su cuidado nuestros corazones, fortalezca a las familias y llegue a todas las comunidades, movimientos y áreas de pastoral de la Iglesia diocesana!".
"Del gran legado de Francisco, retomado por papa León, quisiera recomendarles tener a mano, releerla, gustarla, rezarla y ponerle vida a la exhortación apostólica Evangelii gaudium. No tengo duda que este texto maravilloso del magisterio de la Iglesia debe ser nuestro 'faro' en el camino pastoral de la diócesis", subrayó.
Tres llamados a asumir como familia diocesana
El obispo de Oberá destacó también "tres llamadas que estamos invitados a asumir como familia diocesana: ser Iglesia misionera, ser Iglesia misericordiosa y ser Iglesia sinodal. Por aquí sopla el Santo Espíritu en esta etapa del camino":
Ser Iglesia misionera
La pasión por la misión no es una estrategia de marketing. Tampoco es una conquista o una imposición. No se misiona o se evangeliza para 'ahogar' ni amenazar a nadie, sino para proponer y acompañar procesos, a ejemplo de la Virgen María en la Visitación: su actitud misionera se hace espíritu de servicio, disponibilidad, se pone al lado de su prima Isabel, acompañando, escuchando, sosteniendo, cuidando"
Por esto los animo a pasar, -con paciencia y constancia-, de una pastoral de conservación a una pastoral decididamente misionera. "No olvidemos nunca esta recomendación del papa Francisco: prefiero una Iglesia accidentada, herida, manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades", pidió.
Iglesia misericordiosa
El prelado recordó por otra parte que "formamos parte de una sociedad que genera día a día cada vez más heridos por la cultura de la indiferencia, del maltrato y del descarte. En ese contexto, la Iglesia por vocación está llamada a ser hospital de campaña, casa de todos, madre y pastora. Este es el rostro que deberían mostrar nuestras parroquias, capillas, instituciones y movimientos".
"Una Iglesia misericordiosa -aseguró- es aquella que pone de manifiesto con sus palabras y gestos el corazón de Dios que es cercanía, compasión y ternura. Todo lo demás no tengan dudas, se va dando poco a poco".

Iglesia sinodal
Como tercer y último aspecto, monseñor Bitar recordó que "la sinodalidad no es una estructura o un movimiento, sino un estilo de vida y de ser Iglesia. Es el caminar juntos con Cristo y hacia el Padre en unión con toda la humanidad, orientada a la misión".
"Esto implica oración y encuentro con la Palabra de Dios, la escucha reciproca, el diálogo, el discernimiento comunitario y la búsqueda de consenso, no de modo parlamentario sino en el Espíritu", enfatizó.
Y destacó: "La Iglesia sinodal puede describirse recurriendo a la imagen de la orquesta sinfónica: hay variedad de instrumentos (cada uno con su don, con su carisma, con su vocación). Todos necesarios para interpretar una música bella y armónica. En pocas palabras: unidad en la diversidad de carismas, armonizados por el Espíritu al servicio de la misión.
Finalmente, el obispo de Oberá expresó: "¡Ánimo hermanos! ¡Caminemos, confesemos y edifiquemos! ¡Sigamos remando mar adentro y tiremos las redes en nombre del Resucitado en cada rincón de la diócesis!".+