Viernes 29 de marzo de 2024

Mons. Barba a los dos nuevos sacerdotes: "Sean sinceros, ténganle horror a la mentira"

  • 17 de diciembre, 2015
  • Gregorio de Laferrere (Buenos Aires)
Monseñor Gabriel Barba, obispo de Gregorio de Laferrere, ordenó sacerdotes a los diáconos Julio César Núñez y Claudio Gómez, el 12 de diciembre a las 10, en la catedral Cristo Rey. El prelado recordó a los presbíteros que "el ministerio sacerdotal no es para ustedes, es para servir".
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El sábado 12 de diciembre, a las 10, en la catedral Cristo Rey, el obispo de Gregorio de Laferrere, monseñor Gabriel Barba, ordenó sacerdotes a los diáconos Julio César Núñez y Claudio Gómez.
Durante la homilía, monseñor Barba recordó a los nuevos sacerdotes que "así como han puesto mucho empeño en sus estudios del seminario para formarse de corazón, de la misma manera sepan que, como sacerdotes, también tendrán que seguir formándose".

"Este es el Claudio y el Julio que Dios eligió y que hoy reciben un nuevo don, un tesoro que viene de Dios", señaló el prelado, quien además compartió unas palabras del Concilio Vaticano II ?decreto Presbyterorum Ordinis- : "Los presbíteros son elegidos entre los hombres y constituidos en favor de los mismos, en las cosas que vienen de Dios para ofrecer ofrendas y sacrificios por los pecados, moran con los demás hombres como hermanos. Su ministerio les exige que no se conformen con este mundo, pero al mismo tiempo requiere que vivan en este mundo entre los hombres, y como buenos pastores conozcan a sus ovejas y busquen incluso a aquellas que no conocen a Dios, para que se forme un solo rebaño con un buen pastor."

"Dios los eligió para ser luz en medio de las tinieblas de este mundo, desde este ministerio sean luz siempre sin perder la raíz con un mensaje distinto; El ministerio sacerdotal no es para ustedes, es para servir, sean siempre buenos pastores, verdaderos servidores. Nuestra diócesis de Gregorio de Laferrere los necesita mucho, necesita de su frescura, de sus conocimientos, de su amor a Dios. Pero siempre vayan con esa humildad que viene de Cristo, siendo siempre buenas personas; desde la postura de ser buenas personas, ser buenos cristianos, ser hombres de fe, de oración, sencillos, y si logran todo esto podrán entonces ser buenos sacerdotes", dijo el obispo a los dos nuevos sacerdotes.

El obispo diocesano concluyó: "sean sinceros, honestos, no mientan. Ténganle horror a la mentira, no tengan doble vida, no hagan cosas que no agraden a Dios; estas cosas negativas destruyen lo que es el ministerio del sacerdocio".+

Texto completo de la homilía