Viernes 26 de abril de 2024

Mons. Aspiroz invitó a "digerir la Palabra de Dios"

  • 16 de febrero, 2022
  • Bahía Blanca (Buenos Aires) (AICA)
En su reflexión dominical, el obispo señaló que las sentencias que se expresan en las lecturas son "principios de la sabiduría de Dios".
Doná a AICA.org

El arzobispo de Bahía Blanca, fray Carlos Alfonso Aspiroz Costa OP, presidió en la catedral Nuestra Señora de la Merced, la misa del domingo sexto durante el año, en cuya homilía señaló que “cuando nos llega a los oídos el Evangelio, nos es difícil la digestión en el corazón”. 

En ese sentido, hizo una analogía del Evangelio de las Bienaventuranzas con la situación protocolar sanitaria en la que se toma la temperatura al ingresar a un sitio: “Digerimos en el corazón estas cosas como si hubiera una pistola que me dirá si soy maldito, bendito o bienaventurado, porque tenemos una espiritualidad como si alguien viniera a juzgarnos”. 

Además, aclaró que lo que transmite la Palabra son sentencias. “Nosotros pensamos que es el dedo del juez que se nos baja, pero en la Biblia, como en tantos otros libros, las sentencias son principios de la sabiduría”.

Con relación a esto, afirmó: “Son claros, como modelos que se nos dan para vivir correctamente”. 

“Muchas veces -ejemplificó- en casa nuestros padres nos decían ‘hagan siempre el bien, nunca insulten’. Bueno, las sentencias tienen eso. Una puerta amplia donde vos tenés que hacer la digestión del corazón para darte cuenta por cuál puerta podés entrar”. 

Por eso, invitó a rumiar la Palabra de Jesús, a digerirla en el corazón: “Pablo nos ayuda a entenderlo, hablando de Cristo. Nos ayuda pensando en el inicio y el fin. Si uno va al inicio lee ‘Dios creó" y en el Apocalipsis dice ‘Yo hago nuevas todas las cosas’”. 

En cuanto a esto, resaltó el llamado a los doce apóstoles, que significa enviados. Y destacó que los eligió “para este camino de Bienaventuranza, ser beatos, que significa dichosos, felices”. 

Para terminar, resaltó el ejemplo de la paciencia como bienaventuranza: “El apellido de la paciencia es la misericordia”. Y se refirió al papa emérito Benedicto XVI que comentaba que los hombres “sufrimos por la paciencia de Dios”. Y profundizó el prelado: “Porque nosotros queremos todo ya”. +