Jueves 21 de noviembre de 2024

Mons. Araya: 'Adoremos a Dios y misionemos con los hermanos'

  • 12 de agosto, 2024
  • Cruz del Eje (Córdoba) (AICA)
El obispo de Cruz del Eje presidió la misa de cierre del jubileo diocesano en la Villa de Pocho, donde recordó los 60 años de la diócesis y animó a escuchar a Jesús que nos llama: "Vengan a mí"
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"Hemos venido como peregrinos de Dios hasta esta antigua sede del Curato de Traslasierra, hoy capilla de una parroquia de nuestra diócesis", expresó el obispo de Cruz del Eje, monseñor Ricardo Araya, en la misa de cierre del jubileo diocesano 2024, que se celebró el 10 de agosto en la Villa de Pocho.

"Hoy, esta capilla pertenece a la parroquia de Salsacate, en nuestra actual diócesis de Cruz del Eje, que ha cumplido 60 años. ¡Viva la diócesis de Cruz del Eje!", exclamó, y planteó: "Hemos venido hasta aquí porque sentimos que Jesús nos vuelve a decir: 'Vengan a mí'".

Por eso, animó: "Peregrinando en este día, le decimos al Señor: aquí estoy, aquí estamos; te buscamos, te queremos encontrar de nuevo; no queremos perder el rumbo. Y por todo esto, hacemos fiesta".

"Dice Doña Jovita que este es un día para el 'regocijo piadoso'. Gracias por esta invitación, 'querida viejita del cerro', como te nombra un aplaudido cantautor de nuestro valle", sostuvo, y destacó: "Venimos acá, porque la experiencia nos enseña que, cuando olvidamos de dónde venimos, no sabemos adónde vamos".

Recordando los inicios, expuso: "En el 1600 éramos parte del antiguo Obispado del Tucumán, formando parte del curato (o parroquia) de la Sierra; y, en el 1700, parte del curato (o parroquia) de Traslasierra, con sede aquí, en Pocho".

Y prosiguió: "En el 1700, se edificó esta histórica y hermosa capilla a Nuestra Señora de la Purísima Concepción. Aquí recordamos a los 'comuneros'. Y, en el 1800, fuimos parte de la diócesis de Córdoba. Desde ahí, vino a nosotros el santo Cura Brochero".

"Hoy, queremos agradecer y pedir perdón, pedir al Espíritu Santo que nos enseñe a seguir adelante y a no perder el rumbo. Estos 60 años han de ser un nuevo punto de partida en nuestra Iglesia diocesana, desde Pocho, desde esta tierra tantas veces olvidada, desde esta capilla dedicada a la Virgen María, que ha cobijado a tantas generaciones de hombres y mujeres originarios, españoles e inmigrantes", consideró.

Por eso, sugirió: "Hemos venido a Pocho, a esta tierra con larga historia, con mucha vida y sufrimiento; con lucha y con tanta fe; para no dejar de peregrinar hacia Dios, que nos espera siempre, como dice el Evangelio, con los brazos abiertos para hacer fiesta".

Por eso, lanzó una doble invitación a adorar y a misionar: "Una nueva etapa en la diócesis donde, escuchando a nuestros jóvenes, se nos provoca a adorar y a misionar. Escuchemos el 'vengan a mí' y adoremos a Dios, y escuchemos el 'vayan por todas partes', y misionemos con los hermanos".

"Adorar es arrodillarse ante la grandeza y el amor de Dios, que siempre nos lleva a inclinarnos ante cualquier sufrimiento y miseria humana. Misionar es compartir con todos, empezando por los que están lejos, la alegría del Evangelio: la de ser hijos de Dios, hijos de la Iglesia y hermanos de todos", concluyó.+

-> Texto completo de la homilía