Mons. Araya, a los jóvenes: 'Para ser feliz hay que entregarse, ¡hay que amar!'
- 15 de octubre, 2024
- Villa Cura Brochero (Córdoba) (AICA)
El obispo de Cruz del Eje presidió la misa en el santuario de Villa Cura Brochero, como cierre de la IV Peregrinación juvenil al santuario diocesano. El lema este año fue "Peregrinos de esperanza".
La cuarta edición de la Peregrinación juvenil diocesana de Cruz del Eje a
Villa Cura Brochero se llevó a cabo el sábado 12 de octubre. El obispo local, monseñor Ricardo Araya, presidió la misa en el santuario.
Organizada por la Pastoral Juvenil de la diócesis, la caminata se
realiza cada año el segundo sábado de octubre, para conmemorar el aniversario de
la canonización del Cura Brochero. El lema de esta edición fue "Peregrinos de
esperanza".
Desde el norte de la jurisdicción eclesiástica, el punto de encuentro fue
Panaholma, a 14 km de Villa Cura Brochero, donde se convocaron jóvenes llegados
desde Capilla del Monte, Cruz del Eje, San Carlos Minas, Salsacate y Villa Cura
Brochero, entre otras localidades. Desde allí, peregrinaron por los viejos caminos de tierra haciendo
varias paradas, con momentos de oración y contemplación guiadados por los monjes de la Santa
Cruz.
Por otro lado, los jóvenes del sur de la diócesis se
juntaron en la localidad de Altautina, a 30 km de Cura Brochero, y desde allí
comenzaron el sendero brocheriano hacia la villa serrana. Este año, se sumó otro grupo, que partió desde el parador Giulio Cesare.
Al llegar los dos grupos de peregrinos, comenzó la misa presidida por monseñor Araya. En su homilía, el prelado les agradeció a los jóvenes por
protagonizar la IV edición de la Peregrinación y los invitó a entregar la vida, como Brochero, para ser felices: "Pidamos a Brochero que nos ayude a ser
felices, con la felicidad de Dios. Los testimonios aseguran que Brochero era
feliz, un hombre simpático, que incluso cuando se quebró una pierna seguía
haciendo chistes".
"Dios nos ha revelado que se encuentra la felicidad cuando
salimos de nosotros mismos y nos entregamos. Entregar la vida ahora, en la
familia, en la escuela, en el trabajo, con los amigos, con los más pobres. Que
podamos recibir el título de 'felices'. Para ser feliz hay que entregarse, hay
que amar. Hace falta que nos enamoremos. Pidamos enamorarnos de la Palabra de
Dios, de Jesús, de su Evangelio, de su proyecto", reflexionó.
Al finalizar la misa, los jóvenes hicieron un momento de
oración frente a la tumba que contiene los restos del Cura Brochero.+