Jueves 21 de noviembre de 2024

Mons. Araya, a los jóvenes: 'Para ser feliz hay que entregarse, ¡hay que amar!'

  • 15 de octubre, 2024
  • Villa Cura Brochero (Córdoba) (AICA)
El obispo de Cruz del Eje presidió la misa en el santuario de Villa Cura Brochero, como cierre de la IV Peregrinación juvenil al santuario diocesano. El lema este año fue "Peregrinos de esperanza".
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La cuarta edición de la Peregrinación juvenil diocesana de Cruz del Eje a Villa Cura Brochero se llevó a cabo el sábado 12 de octubre. El obispo local, monseñor Ricardo Araya, presidió la misa en el santuario.

Organizada por la Pastoral Juvenil de la diócesis, la caminata se realiza cada año el segundo sábado de octubre, para conmemorar el aniversario de la canonización del Cura Brochero. El lema de esta edición fue "Peregrinos de esperanza".

Desde el norte de la jurisdicción eclesiástica, el punto de encuentro fue Panaholma, a 14 km de Villa Cura Brochero, donde se convocaron jóvenes llegados desde Capilla del Monte, Cruz del Eje, San Carlos Minas, Salsacate y Villa Cura Brochero, entre otras localidades. Desde allí, peregrinaron por los viejos caminos de tierra haciendo varias paradas, con momentos de oración y contemplación guiadados por los monjes de la Santa Cruz.

Por otro lado, los jóvenes del sur de la diócesis se juntaron en la localidad de Altautina, a 30 km de Cura Brochero, y desde allí comenzaron el sendero brocheriano hacia la villa serrana. Este año, se sumó otro grupo, que partió desde el parador Giulio Cesare.

Al llegar los dos grupos de peregrinos, comenzó la misa presidida por monseñor Araya. En su homilía, el prelado les agradeció a los jóvenes por protagonizar la IV edición de la Peregrinación y los invitó a entregar la vida, como Brochero, para ser felices: "Pidamos a Brochero que nos ayude a ser felices, con la felicidad de Dios. Los testimonios aseguran que Brochero era feliz, un hombre simpático, que incluso cuando se quebró una pierna seguía haciendo chistes".

"Dios nos ha revelado que se encuentra la felicidad cuando salimos de nosotros mismos y nos entregamos. Entregar la vida ahora, en la familia, en la escuela, en el trabajo, con los amigos, con los más pobres. Que podamos recibir el título de 'felices'. Para ser feliz hay que entregarse, hay que amar. Hace falta que nos enamoremos. Pidamos enamorarnos de la Palabra de Dios, de Jesús, de su Evangelio, de su proyecto", reflexionó.

Al finalizar la misa, los jóvenes hicieron un momento de oración frente a la tumba que contiene los restos del Cura Brochero.+