Miércoles 24 de abril de 2024

Mons. Arancedo: "La familia necesita de docencia pero también de presencia de testigos"

  • 7 de octubre, 2017
  • Santa Fe
"La familia necesita de docencia pero también de la presencia de testigos que muestren la alegría de su verdad, de su bondad y belleza. Ella necesita del tiempo, de la palabra y el diálogo para superar momentos difíciles y volver a encontrarse", aseguró el arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, en su alocución semanal.
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El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, afirmó que la familia no es algo que pertenezca a otra época, al subrayar que "si bien la historia le da un ropaje propio, ella es parte del designio de Dios".

En su alocución semanal, el prelado recordó que "es común decir que la familia es la primera escuela de los derechos humanos y del comportamiento social. En ella se aprende, sin grandes discursos, las relaciones fundantes de la vida social".

"Esto los vemos, incluso, por vía negativa, cuando frente a problemas de conducta en los jóvenes se dice que no han tenido una familia que los eduque y contenga; han crecido en un clima de orfandad afectiva y social. Parecería que llegamos a descubrir su importancia y necesidad por su ausencia", subrayó.

"Esto debería preocuparnos, a la familia habría que descubrirla en sus valores, su bondad y belleza moral, no tanto para defenderla sino para que sea un camino que nos involucre y haga responsables de ella. Aquí debería estar presente la misma sociedad en todas sus instancias políticas, educativas y económicas", agregó.

Monseñor Arancedo consideró que "la familia necesita, por otra parte, de una actitud oblativa, de entrega al otro", al advertir que "lo que destruye a la familia es el egoísmo, el individualismo, esa incapacidad de pensar en términos de nosotros, que es la clave que nos lleva a vivir ese sentido oblativo del amor, que es la causa de una profunda alegría".

"Qué triste cuando el otro es sólo un escalón en mi aparente realización personal, y vamos dejando vacíos que el otro necesita. ¡Cuántas familias destruidas por la pequeñez de intereses que creemos nos justifican!", lamentó, y concluyó: "La familia necesita de docencia pero también de la presencia de testigos que muestren la alegría de su verdad, de su bondad y belleza. Ella necesita del tiempo, de la palabra y el diálogo para superar momentos difíciles y volver a encontrarse".+

» Texto completo de la alocución



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