"La misericordia es la fiesta del amor de Dios", destacó el arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, y completó: "Una característica de este amor es que es creativo, siempre nuevo y permanente, porque tiene su fuente en Dios: ?que no abandona la obra de sus manos?. No es un amor que se mueve hacia aquello que lo atrae, sino que hace atractivo lo que ama".
El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, alentó a participar de las celebraciones de la Semana Santa, al destacar que en estos días "la vida cristiana tiene un momento único de renovación". "Ha habido grandes conversiones en la historia que se dieron, precisamente, en estos días", recordó en su alocución semanal.
"Cada uno deberá en la intimidad de su conciencia aprovechar este tiempo de Cuaresma para reconocer esos aspectos un tanto oscuros que nos impiden crecer en la vida del Reino de Dios, pienso en el egoísmo, el orgullo, la falta de caridad y solidaridad, el odio y el rencor. Pero también, examinarnos en nuestra relación con Dios sea en la oración como en el cumplimiento de mis deberes como cristiano", sugirió el arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo.
"El comienzo de este camino de salvación, que tiene su fuente en Jesucristo, es un acto de fe en su persona y misión. Es reconocerlo como el Hijo de Dios enviado para salvarnos y al que debemos escuchar", recordó el arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo.