Viernes 22 de noviembre de 2024

Misa por las buenas cosechas: "Si somos generosos, Dios es generoso"

  • 4 de diciembre, 2018
  • San Antonio de Areco (Buenos Aires)
El sábado 1 de diciembre la diócesis de Zárate-Campana realizó la misa por las buenas cosechas, para pedir y agradecer por el tiempo de siembra y de cosecha. La iniciativa surgió del presbítero Fernando Crevatin, párroco de San Antonio de Padua, de la ciudad de San Antonio de Areco, quien conversó con AICA sobre la organización y el desarrollo de la celebración.
Doná a AICA.org
La ciudad de San Antonio de Areco, en la provincia de Buenos Aires, y perteneciente a la diócesis de Zárate-Campana, celebró el sábado 1 de diciembre, por primera vez, una misa de bendición por las buenas cosechas. Animada por el presbítero Fernando Crevatin, párroco de San Antonio de Padua, y organizada por el grupo de liturgia de la misma parroquia, la misa se celebró en un campo sobre la ruta 41, a pocos kilómetros del pueblo.

"La misa de las buenas cosechas surge desde la liturgia y la realidad de la zona, desde la alabanza a Dios, creador de todo, y desde el agradecimiento por estas buenas tierras de San Antonio de Areco, donde todo lo que se siembra produce fruto", explicó a AICA el presbítero Crevatin.

[img]http://www.aica.org/subidas/4915.jpg[/img]

El sacerdote explicó que la liturgia contiene misas para rezar por distintas necesidades públicas, y desde que sirve en la parroquia de San Antonio de Areco, zona de fuerte trabajo agrícola, pensó en celebrar esta misa especial, inspirado en las espigas de trigo que crecieron en toda la zona. "Pensé que sería muy bueno agradecer a Dios por la fuente de todo esto, para que siga acompañando el trabajo y para que haya una buena cosecha", comentó.

Al proponerlo al grupo de liturgia la comunidad, la respuesta fue afirmativa y se encargaron de conseguir un campo de trigo sobre la ruta provincial 41: "con las espigas listas para ser cosechadas". "Hicimos el altar a unos 100 metros de la ruta, en pleno lugar donde estaban las espigas. Participaron unas 30 personas de varios campos vecinos", indicó el sacerdote.



"Dios da la capacidad y la inteligencia al hombre para trabajar la tierra y es Él quien nos permite que produzca fruto, por eso hay que pedirle y darle gracias", comentó el presbítero Crevatin. Mencionó que no quiso que la celebración "sea una puesta en escena", sino que realmente "refleje el corazón de un cristiano", porque, "cuando llega el momento de la siembra y de la cosecha, hay que poner todo en manos de Dios y agradecerle a Él".

Luego resaltó la importancia de "ser generosos con los pobres, como nos enseñaron los profetas y Dios transmitió al corazón del hombre". "Debemos reconocer que todo lo que produce la tierra es fruto de la acción de Dios y hay que entregarlo nuevamente a Dios compartiéndolo con los pobres y los que menos tienen, en actitud de justicia", porque "cuando somos generosos, Dios es generoso con nosotros", sostuvo.+