Viernes 11 de octubre de 2024

Los obispos nigerianos advierten que la situación en el país es explosiva

  • 28 de agosto, 2024
  • Abuja (Nigeria) (AICA)
Mientras Nigeria se tambalea por las violentas protestas contra las reformas económicas del presidente Bola Tinubu, los obispos advierten que la nación "está sentada sobre una bomba de tiempo".
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Mientras Nigeria se tambalea por las violentas protestas contra las reformas económicas del presidente Bola Tinubu, los obispos advierten que la nación "está sentada sobre una bomba de tiempo".

En efecto, los prelados católicos de Nigeria advirtieron que, a menos que el gobierno aborde seriamente los problemas de la pobreza generalizada, las dificultades y la corrupción, la nación africana debería estar preparada para hacer frente a más protestas en el futuro cercano.

La alarma fue dada por el arzobispo Lucius Ugorji de Owerri, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos del país (CBCN), cuando los obispos se reunieron en Auchi, estado de Edo, para su segunda Asamblea General de este año, realizada el último domingo.

Protestas contra las reformas económicas del presidente Tinubu
En las últimas semanas, Nigeria ha afrontado importantes disturbios debido a las protestas generalizadas contra las reformas económicas del presidente Bola Tinubu, implementadas para abordar la creciente carga de la deuda del país y el déficit presupuestario.

Las protestas, que comenzaron a principios de agosto bajo el lema #EndBadGovernance ("Acabemos con el mal gobierno"), están motivadas por la creciente frustración por las graves dificultades económicas, que incluyen la inflación galopante, una moneda débil y la eliminación de los subsidios a los combustibles. Estos problemas provocaron un aumento drástico del costo de la vida, y muchos nigerianos tienen dificultades para cubrir necesidades básicas, como la alimentación y el transporte. Las reformas económicas del presidente Tinubu, que pretendían estabilizar la economía, han exacerbado la situación de muchos nigerianos, lo que provocó un descontento generalizado.

Sin embargo, las protestas se tornaron violentas en algunas zonas, sobre todo en estados del norte, como Kaduna, donde varios manifestantes fueron asesinados. Se impusieron toques de queda en varios estados, incluidos Kano y Plateau, para frenar los disturbios.

Necesidad urgente de abordar la pobreza y la corrupción
Al comentar estos acontecimientos en la apertura de la asamblea, el arzobispo Ugorji condenó la violencia de algunos alborotadores, pero también el asesinato de algunos jóvenes que protestaban a manos de las fuerzas de seguridad. Señaló al respecto que "mientras la nación siga afligida por la pobreza, las penurias y la corrupción, y mientras el futuro de los jóvenes de nuestra nación siga siendo sombrío, seguiremos experimentando protestas".

Por ello, criticó la respuesta del gobierno federal, en particular la de algunos funcionarios gubernamentales que, "en lugar de ocuparse de los enfermos", están trasladando su responsabilidad a otros, "buscando un chivo expiatorio".

El arzobispo Ugorji dijo que la represión y las detenciones de algunos manifestantes bajo falsas excusas podrían parecer un intento de despojar a los ciudadanos de sus derechos democráticos y de sus libertades para protestar, o de dar la impresión de que todo en el país está bien. "Esto es delirante y condenable", dijo, advirtiendo que el país "está sentado sobre una bomba de relojería".

Según los obispos, aunque se lograron avances en algunos sectores, la situación actual del país es "preocupante" y la inseguridad sigue siendo uno de los principales desafíos.

A pesar de los disturbios, el gobierno del presidente Tinubu insistió en que las reformas económicas son necesarias para el crecimiento a largo plazo. Sin embargo, muchos nigerianos exigen un alivio inmediato de las presiones económicas que enfrentan. Las protestas han suscitado un debate sobre sus posibles resultados. Algunos creen que podrían conducir a un diálogo significativo y a reformas que podrían aliviar las dificultades económicas, mientras que otros temen que los disturbios puedan desestabilizar aún más el país, empeorando tanto la situación económica como la estabilidad política.

Tinubu, del Partido del Congreso de Todos los Progresistas (APC), sucedió a Muhammadu Buhari, después de unas controvertidas elecciones celebradas el 25 de febrero de 2023, que muchos nigerianos esperaban que trajeran un cambio de gobierno en la mayor democracia de África.+