Sábado 20 de abril de 2024

Los obispos ecuatorianos llaman a "construir puentes" en medio de la crisis

  • 22 de junio, 2022
  • Quito (Ecuador) (AICA)
La Conferencia Episcopal de Ecuador hizo un llamamiento al gobierno nacional y a los movimientos sociales y políticos para "buscar juntos soluciones adecuadas pensando ante todo en el bien común".
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Los obispos de Ecuador afirman que, como ciudadanos y como hermanos, están “profundamente preocupados por la situación social, económica y política de nuestra patria”, y subrayan que “no se puede llegar a ningún acuerdo con la violencia, venga de donde venga y bajo cualquier forma, convencidos de que este no es el camino que debemos recorrer si queremos construir un mejor Ecuador", expresaron en un comunicado.

La Conferencia Episcopal de Ecuador (CEE) llamó al gobierno nacional, a la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), a los movimientos sociales y políticos, y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, para “buscar juntos soluciones adecuadas para el camino del diálogo, pensando ante todo en el bien común y en el bienestar de los más pobres de nuestra patria”. 

En su comunicado, fechado el 15 de junio, los obispos reiteran: “No somos ajenos al grito de nuestro pueblo que demanda mejores días para todos, pero también somos conscientes de que este es un camino que debemos ir construir juntos”.

Citando al papa Francisco, que habla de una cultura del diálogo, de construir puentes, de no dividir sino unir, concluyen reiterando: "Como pastores de esta Iglesia, seguiremos caminando junto a nuestro pueblo, compartiendo sus dificultades y esperanzas, movidos tan solo por el Evangelio del amor y la verdad, de la justicia y la solidaridad".

El gobierno de Ecuador, encabezado por el presidente de la república Guillermo Lasso, amplió el estado de emergencia, de tres a seis provincias, atribuyendo mayores poderes a la policía y restringiendo la libertad de circulación. La decisión fue tomada tras las protestas violentas y huelgas que se están extendiendo en varias zonas del país, incluida la capital, Quito.

Las protestas comenzaron en el sur de Ecuador el lunes 13 de junio, con un paro organizado por la Conaie, que agrupa a varios colectivos del país, donde los indígenas representan el 25% de la población. Los manifestantes acusan al gobierno de no ser capaz de contener la inflación, la subida de los carburantes y los productos de primera necesidad; de no resolver los problemas estructurales del país, como la corrupción, la ineficacia del sistema sanitario y el desempleo; también exigen el respeto de los derechos fundamentales y la asignación de subsidios a las familias con dificultades. El gobierno respondió anunciando algunas medidas, pero éstas no fueron consideradas suficientes por los manifestantes, que continuaron su movilización.

Inicialmente las protestas eran pacíficas y contenidas, luego se extendieron a otras partes del país, involucrando a personas no indígenas (mujeres, estudiantes, sindicalistas) y adquiriendo connotaciones violentas con bloqueos de calles, daños a vehículos y edificios públicos, enfrentamientos con la policía y parte de la población opuesta a la huelga. 

Las manifestaciones derivaron en choques con la fuerza pública, dejando 63 agentes heridos y otros 21 retenidos y liberados, según la Policía. La Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos reportó a su vez 79 detenidos y 55 civiles heridos.+