Jueves 21 de noviembre de 2024

Los obispos de Quilmes compartieron su alegría por los nuevos santos

  • 15 de octubre, 2018
  • Quilmes (Buenos Aires)
Con motivo de la canonización de monseñor Óscar Arnulfo Romero, del papa Pablo VI, y otros cuatro beatos y beatas, celebradas el 14 de octubre por el papa Francisco, los obispos de Quilmes compartieron su alegría con la comunidad. Monseñor Carlos José Tissera, desde Roma, y monseñor Marcelo Julián Margni, se refirieron a este acontecimiento de la Iglesia.
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El obispo de Quilmes, monseñor Carlos José Tissera, desde Roma; y su auxiliar, monseñor Marcelo Julián Margni, compartieron con la comunidad diocesana la alegría que como Iglesia provoca la reciente canonización de monseñor Óscar Arnulfo Romero, del papa Pablo VI, y de otros cuatro beatos y beatas, celebradas el 14 de octubre en Roma por el papa Francisco.

Monseñor Tissera expresó: "Ha sido una mañana de alegría, realmente una gran fiesta", en la que una multitud colmó la plaza San Pedro para celebrar la santidad del papa Pablo VI, de monseñor Oscar Arnulfo Romero, del padre Francisco Spinelli, el padre Vincenzo Romano, la hermana María Catalina Kasper, la hermana Nazaria Ignacia de Santa Teresita y el joven Nunzio Sulprizio.

Haciendo alusión al Evangelio del hombre rico, señaló: "Realmente los santos nos indican ese camino de amor hermoso que es responderle a ese Dios, a ese Jesús, que simplemente nos invita a seguirlo, nos muestra todo su amor, nos mira con amor y lo que nos pide a cada uno de nosotros es amarlo".

"Esto es lo más precioso que busca el Señor y es la gran riqueza. Todas las demás cosas en la vida son pasajeras", aseguró el prelado, destacando la vida de estos nuevos santos, "como el obispo Romero, que por su pueblo sufriente en medio de tanta opresión, de lucha, de tanta muerte, sabe ser la voz de ese pueblo pidiendo paz, reconciliación y justicia, y es matado porque molesta al poder, porque molesta a los ricos, a todos esos que se creen dioses y al final no son nada", aseguró.

"Esta fiesta que hoy hemos tenido nos invita a que miremos a este Jesús que a cada uno de nosotros nos dice ?seguime?, nos ofrece todo su amor. Sólo Dios basta, decía Santa Teresa", recordó, y llamó a mirar estos santos "como Pablo VI, ese gran Papa que condujo hasta el final Concilio Vaticano II y que después también sufrió muchas incomprensiones, sobre todo dentro de la Iglesia".

"Que también esa imagen de Pablo VI nos ayude a ser hombres de Dios, y también hombres de la gente, animando a llevar el Evangelio a todo el mundo con alegría como él lo manifiesta en esa exhortación ?Evangelii nuntiandi?, que fue un gran documento y es un gran documento de la Iglesia para todos, que nos invita a anunciar al mundo el Evangelio desde los más humildes y entre los más humildes", deseó, y añadió: "Ese papa Pablo VI sea el que también interceda como santo por nuestro querido papa Francisco, que vive también tantas incomprensiones dentro de la Iglesia, fuera de la Iglesia, en nuestra misma patria argentina", rogó. "Pidamos que el Señor lo fortalezca y lo aliente para que sea él también el que lleve adelante todas esas cosas que Pablo VI soñó para la Iglesia y la humanidad, que también Francisco lo pueda realizar como lo está haciendo hoy y cuente con nuestro cariño, nuestra oración", pidió.

El obispo auxiliar, monseñor Marcelo Margni, por su parte, se sumó al saludo de monseñor Tissera, y afirmó: "Estamos muy felices de estar en este momento de la Iglesia, que ha puesto en los altares, nos ha regalado la posibilidad de decir oficialmente: San Romero de América, el mártir de América".

"Lo sentimos así, lo celebramos así mucho tiempo aquí en Quilmes, sin poder decirlo de algún modo oficialmente. Este nombre: San Romero de América, este obispo que dio la vida mártir en tiempos no tan lejanos, en tiempos complejos de América Latina, que a veces tienen como oleadas de fantasmas entre nosotros, nos pone muy felices que podamos tener este modelo, esta inspiración en él, los obispos de Quilmes, y también poder pedir su intercesión al buen Dios para poder ser buenos pastores, entregados a nuestro pueblo, preocupados por la vida de nuestro pueblo hasta dar la vida por ellos", concluyó, reiterando su gratitud a Dios, su emoción y felicidad.+