Miércoles 8 de mayo de 2024

"Lo que hace daño es el aislamiento, no el compartir", dijo Francisco en videomensaje

  • 24 de noviembre, 2016
  • Ciudad del Vaticano
El papa Francisco envió en la tarde del jueves 24 de noviembre, un videomensaje al VI Festival de la Doctrina Social de la Iglesia, que se está celebrando en la ciudad italiana de Verona del 24 al 27 de noviembre y que lleva por tema "En medio de la gente". El pontífice señaló en su mensaje que "nuestra humanidad se enriquece si estamos con los demás", mientras advirtió que "lo que hace daño es el aislamiento, no el compartir".
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El papa Francisco envió en la tarde del jueves 24 de noviembre, un videomensaje al VI Festival de la Doctrina Social de la Iglesia, que se está celebrando en la ciudad italiana de Verona del 24 al 27 de noviembre y que lleva por tema "En medio de la gente". El pontífice señaló en su mensaje que "nuestra humanidad se enriquece si estamos con los demás", mientras advirtió que "lo que hace daño es el aislamiento, no el compartir".

El Santo Padre advirtió del peligro que significa separar al pueblo de los que mandan, y explicó que "cuando se toman decisiones basadas en el poder y no en el compartir, cuando el que manda es maes importante que el pueblo y las decisiones las toman unos pocos, ya sean anoenimas o dictadas por emergencias -verdaderas o presuntas-, la armonía social se ve amenazada y las consecuencias son graves para las personas", señaló Francisco y añadió: aumenta la pobreza, peligra la paz, manda el dinero y la gente estae mal. Por lo tanto, "estar en medio de la gente no solamente hace bien a la vida del individuo, sino que es un bien para todo el mundo".

El aislamiento "es caldo de cultivo para el miedo y la desconfianza" e "impide disfrutar de la fraternidad", advirtió el Papa.

El pontífice indicó que "la capacidad de hacerse danño no es propia del encuentro, sino del cierre y del rechazo", por lo tanto añadió: "es necesario que nos digamos que se corren maes riesgos cuando nos aislamos que cuando nos abrimos a los demaes". En esta misma línea, el pontífice aseguró que "cuando nos ocupamos de los demaes", "nos complicamos menos la vida que cuando estamos centrados solamente en nosotros mismos".

Más adelante insistió en que estar en medio de la gente "no significa solamente ser abiertos y encontrar a los demaes", sino además "dejarse encontrar".

Somos nosotros los que necesitamos que "nos miren", "nos llamen", "nos toquen", "nos interpelen", somos nosotros "los que necesitamos a los demaes para poder participar en todo lo que solamente los demaes nos pueden dar".

La relacioen ?señaló? exige este intercambio entre las personas; la experiencia nos dice que, por lo general, recibimos más de los demaes que lo que podemos dar.

De este modo, subrayó que "hay una verdadera riqueza humana entre nuestra gente". Son innumerables, dijo el pontífice, las historias de solidaridad, de ayuda, de apoyo, vividas en nuestras familias y en nuestras comunidades.

En el videomensaje el pontífice narró una historia que le contaron recientemente, sobre una chica que murioe a los 19 anños. "El dolor fue inmenso, muchiesimos asistieron al funeral. Lo que sorprendioe a todos no fue solo la ausencia de la desesperacioen, sino la percepcioen de una cierta serenidad", relató Francisco. "Las personas, despuees del funeral, se deciean unas a otras con asombro que habiean salido de la celebracioen como liberadas de un peso".

"La madre de la joven dijo: "He recibido la gracia de la serenidad". La vida cotidiana ?indica el Santo Padre? estae entretejida con estos hechos que marcan nuestra existencia: nunca pierden eficacia aunque no pasen a ser titulares de los diarios. Sucede asie: "sin discursos ni explicaciones se entiende lo que en la vida vale o no la pena".

Estar en medio de la gente, señaló el Papa, significa también darse cuenta de que cada uno de nosotros es parte de un pueblo. Por eso, señaló que cuando vemos el conjunto, "nuestra mirada se enriquece y resulta evidente que los papeles que desempenña cada uno dentro de la dinaemica social nunca pueden ser aislados o absolutos".

"Estar en medio de la gente pone de manifiesto la pluralidad de colores, culturas, razas y religiones. La gente nos ensenña la riqueza y la belleza de la diversidad", concluyó el Santo Padre.

Por último invitó a seguir el ejemplo de María, "si la miramos podremos recorrer todos los senderos de lo humano sin miedo y sin prejuicios", con Ella, "podremos llegar a ser capaces de no excluir a nadie".+