Viernes 22 de noviembre de 2024

La Santa Sede ante la OEA reafirmó la necesidad del multilateralismo para América

  • 11 de noviembre, 2021
  • Washington (Naciones Unidas) (AICA)
Intervención del Observador Permanente de la Santa Sede ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), con ocasión del 51º período ordinario de sesiones de la Asamblea General.
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“América no puede entenderse sin la unión de las fuerzas de cada uno de los países que son parte de ella”, aseguró el Observador Permanente de la Santa Sede, monseñor Juan Antonio Cruz Serrano, con ocasión del 51º período ordinario de sesiones de la Asamblea General, bajo la presidencia de Guatemala, celebrado de forma virtual y bajo el lema: “Por una América renovada”

“Un llamado a la unidad es necesario, sin caer en la unicidad de pensamiento ni en la eliminación de lo que es propio”, afirmó monseñor Juan Antonio Cruz Serrano, este miércoles 10 de noviembre, según precisó VaticanNews.

Tras manifestar la complacencia de la Santa Sede por la celebración de esta 51ª Asamblea General, el prelado hizo referencia al al lema elegido, “Por una América renovada”, y explicó que significa para su Delegación “reconocer que este hemisferio no se da por vencido, sino que tiene puesta su mirada en un futuro esperanzador, buscando el bien común y la promoción de la dignidad de la persona”.

“La renovación empieza por reconocer el pasado con verdad y examinar el presente con objetividad. La América actual está formada por distintas realidades: la de los pueblos originarios, europeos, afrodescendientes, nuevos migrantes y los que han hecho de este territorio su hogar. Cada uno de ellos representa la riqueza de este continente”

Monseñor Cruz Serrano recordó que el Santo Padre dijo que “Cuando salgamos de esta pandemia, no podremos seguir haciendo lo que veníamos haciendo, y cómo lo hacíamos. Todo será distinto. Todo el sufrimiento no habrá servido de nada si no construimos entre todos una sociedad más justa y equitativa. Si no trabajamos para terminar con la pandemia de la pobreza en el mundo, en nuestro país, en la ciudad en donde vivimos; este tiempo habrá sido en vano”. 

Al respecto afirmó que “América no puede entenderse sin la unión de las fuerzas de cada uno de los países que son parte de ella. Por eso, el multilateralismo se hace esencial, pues requiere que fortalezcamos las relaciones y tendamos puentes de unos hacia otros, especialmente hacia los más necesitados y excluidos. Es desde el dialogo, que la relación recíproca logrará reforzar los objetivos, que no son otros que los ya recogidos por la Carta de la OEA, donde los derechos de todos sean respetados y defendidos, y donde la democracia sea un bien que sirva para la construcción de la justicia”

Además, retomando la invitación del pontífice a desarrollar “una cultura del encuentro”, donde las diferencias “conviven complementándose, enriqueciéndose e iluminándose recíprocamente”, el Observador Permanente afirmó que “en un mundo cada vez más globalizado, es necesario un ordenamiento mundial jurídico, político y económico que ayude a la colaboración internacional para seguir avanzando en el desarrollo solidario de todos los pueblos”.

“Un llamado a la unidad es necesario, sin caer en la unicidad de pensamiento ni en la eliminación de lo que es propio. Por el contrario, es apostar por la colaboración y la inclusión de todos, donde los valores y principios que hemos recibido y que son sagrados puedan ser respetados de forma recíproca”, dijo monseñor Serrano.

Después de recordar que ese hemisferio “que vela por la libertad y por los derechos está llamado a defender el valor de la vida, de la familia, la dignidad de toda persona”, reafirmó asimismo “la igualdad de derechos de la mujer, del niño, del migrante, de quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad, así como el respeto por la libertad religiosa, sin dejar fuera el cuidado por la casa común entre otros”.

“La Santa Sede reconoce y valora el trabajo de la OEA, como un espacio para exponer e intercambiar ideas, en donde se unan esfuerzos para defender los derechos fundamentales, siempre desde el respeto y el compromiso, desde el diálogo y el encuentro” y concluyó diciendo que “la Santa Sede está dispuesta a seguir colaborando, a través de sus jurisdicciones y entes eclesiales, para construir un hemisferio en el que todos tienen cabida y en el que la voz de todos pueda ser escuchada, caminando de este modo hacia una América renovada, desde una historia y una fraternidad compartida”.+