Viernes 22 de noviembre de 2024

La Pastoral Social Cáritas Bolivia "es el brazo social de la Iglesia Católica"

  • 17 de enero, 2021
  • La Paz (Bolivia) (AICA)
Testimonio de la Secretaria Ejecutiva de la Pastoral Social Cáritas Bolivia, Marcela Rabaza Valverde, sobre la situación social en el país, sobre todo en el ámbito carcelario.
Doná a AICA.org

El mandato de la Pastoral Social Cáritas en Bolivia es servir a la población más vulnerable y más desprotegida de la sociedad. Un claro ejemplo es el que hace con las personas privadas de libertad, los migrantes y los adultos mayores.

Marcela Rabaza Valverde, secretaria ejecutiva de la Pastoral Social Cáritas Bolivia, brindó una entrevista a Vatican News y explicó el funcionamiento de la pastoral en el país.

Sus diversos programas y proyectos incluyen procesos de formación y capacitación, asesoramiento técnico, defensa de los derechos humanos y asistencia humanitaria. En especial, Rabaza explicó la función de la Pastoral Carcelaria, que trabaja con una red de voluntarios presentes en distintas jurisdicciones: “La red está formada por personas con un alto compromiso para con el servicio a los privados de libertad y muchos de ellos son personas jóvenes, profesionales y personas mayores. Todos ellos visitan y brindan sus servicios en los recintos carcelarios”.

Además, dijo que “muchos privados de libertad no cuentan con familia, se encuentran solos, otros son mayores de edad y hay personas procedentes de otras naciones, pero todos necesitan algún tipo de acompañamiento: personal, legal o espiritual”.

Como sucede en casi todos los países latinoamericanos, en Bolivia, el sistema penitenciario está enfocado en el castigo y muy poco en la recuperación de los individuos para su reinserción en la sociedad. Es común el hacinamiento y las cárceles no están pensadas para lograr la reinserción. En varios lugares el servicio de energía eléctrica o agua potable es sumamente limitado.

Ante esta situación, “Cáritas identificó varias áreas donde el Estado tendría que apoyar con más decisión: la educación y formación profesional; los apoyos a proyectos productivos que permitan aprovechar el tiempo con el que cuentan. En algunas cárceles los privados de libertad se dedican a la elaboración de artesanías y tratan de venderlas. Por eso, estamos tratando en apoyarlos en la promoción de sus productos a través de páginas web y de las redes sociales, pero esto todavía no es plenamente una realidad”.

Sin embargo, en el tiempo de pandemia, “se han dado varias acciones de parte de las autoridades para disminuir el número de privados de libertad en las cárceles del país, algunas más acertadas que otras. Más de 52 privados de libertad han fallecido a causa de la pandemia”. Ante esto, afirma Rabaza, “como Cáritas, el año pasado presentamos un documento para aplicar procesos de amnistía e indulto y así descongestionar las cárceles y actualmente estamos trabajando en desarrollar protocolos para fortalecer el tema de la bioseguridad”.

Cáritas Bolivia sigue trabajando por apoyar a la población privada de libertad con alimentos, medicamentos e insumos de bioseguridad, así como con acompañamiento legal, personal y espiritual. A pesar de que la ayuda es limitada, la presencia de Cáritas es una voz que clama por humanizar la vida al otro lado de las rejas.+