La Pastoral de Adicciones intensifica sus tareas preventivas y de contención

Fue durante una reunión de delegados en la Casa Salesiana de Ramos Mejía. Trazan líneas de acción nacionales y diocesanas nacidas de la reflexión conjunta y las experiencias federales.

Delegados diocesanos de la Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia, que forma parte de la Comisión Episcopal de Pastoral Social (CEPAS), volvieron a reunirse en forma presencial tras las restricciones de la pandemia de Covid-19. 

Fue los días 15 y 16 de abril en la Casa Salesiana de Ramos Mejía, donde participaron 66 personas provenientes de 36 diócesis y un movimiento nacional. 

En esa ocasión, se presentó la nueva Comisión integrada por los delegados episcopales: monseñor Ernesto Giobando SJ (obispo auxiliar de Buenos Aires) y Pedro María Laxague (obispo de Zárate-Campana), ambos miembros de la CEPAS. La coordinación quedó a cargo de Martha Arriola, acompañada en esa función por Lucas Dalmasso.

Hubo delegados presentes de las siguientes regiones, provincias y ciudades:

• NOA: Cafayate, La Rioja, Jujuy, Catamarca, Salta.
• NEA: Oberá, Formosa, Reconquista, Resistencia, Corrientes, San Roque, Goya.
• CENTRO: Córdoba Capital, Villa María, Río Cuarto.
• LITORAL: Concordia, Santa Fe, Rosario.
• CUYO: San Juan de Cuyo, Mendoza.
• PATAGONIA: Neuquén, Río Gallegos, Viedma.
• PLATENSE: La Plata, Mercedes-Luján, Mar del Plata, Azul.
• BUENOS AIRES: Gregaorio de Laferrere, Buenos Aires, Avellaneda-Lanús, Lomas de Zamora, Quilmes, Merlo-Moreno, San Justo, San Martín, San Miguel, San Isidro.
• MOVIMIENTO: Salesianos de Prevención.

Durante las jornadas, se hizo memoria agradecida de lo vivido en esta Comisión desde su nacimiento y se compartió -con distintas dinámicas- qué está pasando en la actualidad en cada diócesis ante esa problemática de las adicciones, que “tanto dolor” causa entre los jóvenes; y cómo se está trabajando concretamente para visualizar espacios, recursos, estrategias, estilos.

Asimismo, surgieron propuestas de trabajo a nivel regional y nacional, luego de momentos de discernimiento, diálogo y oración, iluminados por el texto de arzobispo de Córdoba, monseñor Ángel Rossi, titulado “Basta de droga, basta de violencia. Estamos a tiempo”, que fue leído en las escalinatas de la catedral de Córdoba el 27 de marzo pasado.

Fue muy significativo el aporte que realizó la arquidiócesis de Rosario, al compartir el trabajo “realmente grande” -según se destacó- que vienen realizando en el Hogar de Cristo y Casa Jesús Misericordioso, con la coordinación del presbítero Fabián Belay y sus colaboradores -laicos y religiosos, profesionales y otros miembros del pueblo de Dios-, para llevar adelante la obra, que consta de los siguientes servicios:

• Hogar de día.
• Refugio de noche.
• Centro de Mujeres.
• Centros de Niñez.
• Talleres para mujeres.
• Club.
•  Escuelas primaria y secundaria.

Las líneas generales que surgieron para llevar a cabo a nivel regional fueron las siguientes: darle continuidad a los encuentros presenciales, propiciar articulaciones multidimensionales, darle movimiento hacia adentro de la Iglesia tanto a la problemática como a los espacios de prevención y recuperación, seguir generando espacios organizativos.

En tanto que, a nivel nacional, se consensuó ponerle fuerza a la reformulación de leyes de adicciones y salud mental; a la participación activa en la mesa de adicciones de la Comisión; a una colecta puntual para sostener la Pastoral de Adicciones; a buscar el respaldo episcopal a los equipos; a reavivar el trabajo en lo educativo; a articular con el Estado; a darle difusión a las iniciativas y proyectos.+