Domingo 29 de junio de 2025

La "locura de amor" de Dios por vos, una reflexión de Mons. Han Lim Moon

  • 13 de abril, 2018
  • San Martín (Buenos Aires)
"¿Alguna vez hiciste alguna locura de amor?", preguntó el obispo auxiliar de San Martín, monseñor Han Lim Moon, en su reflexión sobre el Evangelio del domingo. Dios se hizo hombre, murió y resucitó por nosotros. "Todo esto fue un gesto elocuente del amor supremo de Dios, fue una ?locura de Dios?", aseguró el prelado.
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"¿Alguna vez estuviste muy enamorado o enamorada? ¿Alguna vez hiciste alguna locura de amor?", comenzó su reflexión sobre el Evangelio del domingo el obispo auxiliar de San Martín, monseñor Han Lim Moon. "Dios hizo algo parecido, porque Él se hizo hombre. ¿Para qué? Para amarnos como nosotros amamos, con un corazón humano pero al máximo grado, dándonos su vida por cada uno de nosotros", recordó.

"En otra palabra ?continuó- Él quiso morir en nuestro lugar en la cruz; para eso necesitaba un cuerpo humano. Pero su amor no termina con la muerte, sino con la Resurrección, venciendo la muerte definitivamente".



El obispo asimismo explicó que cuando Jesús resucitó, "lo hizo con un cuerpo glorioso que no tiene limitaciones como tenemos nosotros con nuestro cuerpo", y que por eso, en distintos lugares del Evangelio y en el Evangelio de este domingo, Jesús aparece y desaparece sin ninguna dificultad. "Por esta razón, cuando los discípulos vieron a Jesús Resucitado pensaron, creyeron que estaban viendo un fantasma y no fue así. Por eso les mostró sus manos y sus pies con las huellas de los clavos de la crucifixión para mostrar que era Él mismo que murió y resucitó. Y para disipar las dudas, Él los invitó a tocarlo y también para asegurar, todavía más, pidió de comer y comió delante de ellos", relató.

"Todo esto fue un gesto elocuente del amor supremo de Dios, fue una ?locura de Dios?", aseguró. "Si nosotros creemos en todos estos gestos de su amor y aceptamos a Jesús que murió y resucitó y lo aceptamos como Señor de nuestra vida, como dice San Pablo en la carta a los Romanos (10, 9 ? 10); Él nos inunda con su amor y, como fruto, nos convertirá y recibiremos su perdón, su misericordia, su salvación, la vida eterna", animó.

Finalmente, afirmó que cuando Jesús viene a nuestro corazón y se instala en nuestra vida, "lo hace con todos los regalos". "¡Él mismo es el regalo! ¡Él es el don para nosotros! Y nos convierte en testigos alegres de que Él murió y resucitó por cada uno de nosotros", señaló.

Y concluyó invitando "a que vos también puedas recibir a Jesús Resucitado en tu corazón como Señor de tu vida y Él te invadirá, te llenará con su amor, con todos los dones y te convertirás en testigo alegre de su resurrección ¡Qué el Señor te bendiga abundantemente y a todos tus amigos!".+


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