Sábado 20 de abril de 2024

"La Iglesia no cultiva el pobrismo, ni hace una práctica clientelar de los pobres"

  • 16 de noviembre, 2022
  • Mendoza (AICA)
Lo advirtió el arzobispo de Mendoza, Mons. Marcelo Colombo, en un mensaje para la Jornada Mundial de los Pobres, en el que invitó también a celebrar el primer aniversario del Patio Callejero.
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El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Daniel Colombo, apeló al mensaje del papa Francisco para la reciente Jornada Mundial de los Pobres, para explicar el sentido de la pobreza para la Iglesia, e invitó a la celebración por el primer aniversario del Patio Callejero.

Tras citar varios párrafos del mensaje papal para la ocasión, aseguró: "La Iglesia no cultiva el pobrismo, expresión de moda en algunos círculos políticos, ni tiene en los pobres a los destinatarios de una interesada práctica clientelar"

El arzobispo mendocino aseveró que la Iglesia "ve en ellos al mismo Cristo y desde su lugar de servicio, quiere ayudarlos y sostenerlos en su camino de crecimiento y bienestar integral, aprendiendo muchas veces de su propio testimonio de paciencia en la adversidad y solidaridad, en el sufrimiento y la privación".

"En la escuela de los pobres, aprendemos a 'poner fin a tantas angustias y miedos inconsistentes, para llegar a lo que realmente importa en la vida y que nadie nos puede robar: el amor verdadero y gratuito. Los pobres, en realidad, antes que ser objeto de nuestra limosna, son sujetos que nos ayudan a liberarnos de las ataduras de la inquietud y la superficialidad'", agregó citando el mensaje del pontífice para la jornada.

Monseñor Colombo destacó que la arquidiócesis tiene la oportunidad de celebrar una "prolongación"de esta Jornada Mundial de los pobres el lunes 28 de noviembre, dado que se cumple el primer aniversario del Patio Callejero.

"Ese espacio que ha crecido en las instalaciones de la iglesia de la Merced, en la ciudad de Mendoza, donde convergen los esfuerzos de numerosos grupos de parroquias y comunidades al servicio de nuestros hermanos de la calle, alrededor de cien por noche, que han encontrado allí una mesa fraterna para sentarse y compartir el alimento con tranquilidad, contención y escucha", destacó.

"¡Gracias a todos los voluntarios y sus comunidades por animar una cercanía real y solidaria con nuestros hermanos de la calle! Dios nos ayude a hacernos presentes en el mundo de los más pobres, testimoniando concretamente, la alegría solidaria del Evangelio", concluyó.+