Sábado 31 de mayo de 2025

La Fraternidad Sacerdotal Tomás de Aquino cumple 40 años al servicio de la Iglesia

  • 30 de mayo, 2025
  • Buenos Aires (AICA)
FASTA celebra no sólo su historia, sino su presente vivo y su futuro prometedor, confiando siempre en la gracia del Señor que llamó, sostiene y envía.
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El padre Andrés Quiroga, regente de la Fraternidad Sacerdotal Tomás de Aquino (FASTA) presidió la mañana del 29 de mayo la Eucaristía que conmemoró el 40° aniversario de su fundación.

La misa tuvo lugar en la capilla del colegio Catherina y reunió a sacerdotes de distintas generaciones, incluyendo a quienes representan a la cuarta generación de la fraternidad.

Hace cuatro décadas, el padre fundador junto a un pequeño grupo de jóvenes respondieron al llamado de Jesús con valentía y generosidad, sembrando la semilla de lo que hoy es una fraternidad viva y fecunda.

"Es una gracia para cada uno de los que fuimos llamados, una gracia para Fasta y para toda la Iglesia", expresó el sacerdote y destacó que estos años fueron recorridos con fidelidad, aunque también con fragilidad: "Vasijas de barro, con temor y temblor, pero siempre con la fidelidad del que nos llamó".

Durante la homilía, el padre Juan Marchetti aseguró que "todo nuestro sacerdocio se resume en esa palabra: acción de gracias, Eucaristía". Inspirado en el Salmo 115 -"¿Con qué pagaré al Señor todo el bien que me hizo?"-, invitó a vivir este aniversario como una memoria agradecida y penitencial, una oportunidad para la conversión y renovación de la vocación sacerdotal.

En su prédica, el sacerdote propuso tres dimensiones para reflexionar a la luz de este aniversario: penitencia y conversión, ya que "el verdadero perdón debe llevar a una sincera conversión"; renovar el amor a la Iglesia, porque "somos un cuerpo, somos una fraternidad? y nos necesitamos unos a otros"; y relanzar la misión "para encender nuestra esperanza y renovar nuestra entrega al servicio de la Iglesia y el mundo".

En su mensaje, el padre Quiroga también agradeció especialmente a las familias de los sacerdotes, a los laicos de la Ciudad Miliciana y a los formadores que acompañaron el crecimiento de la fraternidad.

"Gracias a todos. No dejen de rezar por nuestra Fraternidad para que seamos fieles y santos, para que muchos más jóvenes se animen a seguir a Jesús en esta hermosa vocación", concluyó.+