Sábado 23 de noviembre de 2024

La arquidiócesis de San Juan tiene un nuevo sacerdote

  • 24 de octubre, 2023
  • San Juan (AICA)
El diácono Rodrigo Sáenz Peña fue ordenado presbítero por el arzobispo local, Mons. Jorge Lozano, en una misa celebrada en la catedral.
Doná a AICA.org

El diácono Rodrigo Sáenz Peña fue ordenado sacerdote en una misa celebrada en la catedral local por el arzobispo de San Juan, monseñor Jorge Lozano, el viernes 20 de octubre. 

Concelebraron la Eucaristía los obispos auxiliares, monseñor Gustavo Larrazábal CMF, y monseñor Mario Robles, junto con el clero local. Además, participaron de la celebración religiosas, laicos y diferentes miembros de la comunidad.

En la homilía, monseñor Lozano reflexionó sobre las etapas de seguimiento a Jesús: “El seguimiento de Jesús empieza con una fascinación, un encuentro que deslumbra y atrae. Que incluso nos confunde, como le sucedió a san Juan Bautista, nuestro patrono”, destacó.

“El pasaje del Evangelio que estuviste meditando durante este tiempo ,y que acabamos de proclamar, nos muestra a Jesús tomando la iniciativa de ir al encuentro de Juan, que reacciona con sorpresa:  Es sorpresa y estupor por la cercanía de quien se supone lejano, distante. La misión de la Iglesia se desarrolla con esta clave de cercanía inesperada”, manifestó el prelado al nuevo presbítero.

Luego, destacó: “Estamos siendo testigos de un tramo, un momento, en un camino prolongado en la vida de Rodrigo. Un camino comenzado hace muchos años, siguiendo la voz de Dios. Ese Dios que habla en el corazón de todos y que de modo particular resonó en Rodrigo, llamándolo a seguir los pasos de Jesús más de cerca”.

Seguidamente, resaltó: “Rodrigo, terminaste el seminario, pero no la formación. El pueblo de Dios te sigue formando y transformando en pan para alimentarlo. El presbítero da el paso, desde el ser para sí hacia el ser para otros y para el otro. Es constructor de puentes, de unidad y comunión”.

En tanto, pidió al ordenando “cuidarse de la tentación del sabelotodo y de todo”, porque, dijo, “te ordenamos sacerdote, no economista, arquitecto, abogado, médico o mecánico”.

Y aseguró: “Harás presente a Jesús Eucaristía en las comunidades, partirás el Pan y tu vida para entregarla a Jesús. Podrás acercar la misericordia incondicional que el Padre nos ofrece. Vas a integrar el orden presbiteral en un tiempo sinodal. En cada misión que se te encomiende, estarás como miembro del Presbiterio, nunca solo, como un superhéroe. Simultáneamente, estamos llamados a trabajar juntos, con las diversas vocaciones y carismas del Pueblo de Dios”.

La celebración culminó con un momento en el que neo sacerdote se consagró a la Virgen María y formuló las siguientes palabras:

“Así como el llamado fue un momento muy especial para mi vida, así, tan inexplicable, es la sensación que siento ahora. Es algo que me inunda el corazón. Y más que nada me voy con la palabra 'gracias'. Gracias a Dios, porque siempre he sentido que me ha amado como hijo, me lo ha demostrado a través de mi familia y lo he aprendido de conocer a través de la oración, que soy su hijo y nunca voy a dejar de serlo”, manifestó.

“Ojalá que les pueda brindar algo de lo que yo experimento como hijo de Dios, no como alguien que sabe un poco más de Dios, ni un poco más de santidad que ustedes; capaz que hay entre ustedes gente que es más santa que yo. Pero sí les quiero brindar lo que yo he experimentado como hijo de Dios”, expresó.

Finalmente, agregó: “Agradezco a todos ustedes por la oración que han hecho en este tiempo, porque sé que ha sido bastante y eso ayuda muchísimo; nos ayuda en el ministerio, nos ayuda cada día para poder volver a renovar el sí a Dios, ya que vale la pena. Vale la pena seguir llevando el Reino de Dios a nuestra vida, vale la pena ser servidor de Dios”.+

» Texto completo de la homilía