Domingo 24 de noviembre de 2024

Jaime Prats honró a Nuestra Señora del Carmen de Cuyo

  • 11 de septiembre, 2024
  • San Rafael (Mendoza) (AICA)
La celebración reunió a todos los fieles de esa comunidad, que honraron a su patrona y participaron junto al obispo, monseñor Carlos Domínguez, de la novena, la procesión y la misa patronal.
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La diócesis de San Rafael celebró, el pasado 8 de septiembre, a Nuestra Señora del Carmen de Cuyo; y la capilla que lleva su nombre en la localidad de Jaime Prats la honró con mucha devoción.

En efecto, desde el 30 de agosto al 7 de septiembre, esa comunidad se preparó para honrar a su patrona. "Tuvimos varias actividades, como el día del niño, el de los jóvenes, el de los agricultores, el de los enfermos, el de los abuelos... Toda la novena fue predicada por el padre Camilo, quien nos fue preparando de una manera muy sencilla para vivir ese día", expresó el presbítero Nicolás Ortiz, párroco de San Francisco de Asís.

La celebración, el día de la fiesta, comenzó con una procesión por las calles del pueblo junto a la imponente imagen de Nuestra Señora del Carmen de Cuyo. Y el obispo de San Rafael, monseñor fray Carlos Domínguez OAR, acompañó en la procesión a los devotos.

Un momento muy emotivo fue cuando la procesión llegó hasta el hospital Eva Perón, donde fue recibida por los abuelos y enfermos, quienes saludaron de pie y con pañuelos blancos en sus manos la imagen de Nuestra Señora, y recibieron la bendición episcopal.

"El Papa Francisco nos dice que los enfermos y los adultos mayores son los más marginados. Por eso, desde hace tiempo -a raíz de la idea de una hermana- comenzamos a compartir la procesión con los abuelos, que nos esperan cada año en el hospital para saludarla", explicó el sacerdote.

Luego de la procesión, tuvo lugar la misa, presidida por monseñor Domínguez, quien exhortó a pedir a la Virgen "que nos dé la capacidad de escuchar a Dios, para que no se nos caiga la Palabra de Dios del corazón. Que, como Ella, la guardemos y meditemos, y para que también abramos la boca para la alabanza de Dios y la edificación de nuestros hermanos".

"Que la Virgen del Carmen de Cuyo interceda por nosotros, que nos abra los oídos, nos desate la lengua y haga que el corazón palpite por amor a Dios", concluyó.+