Exequias de monseñor Guillermo Leaden
- 15 de julio, 2014
- Buenos Aires (AICA)
En la Catedral de Buenos Aires se realizaron hoy las exequias de monseñor Guillermo Leaden, salesiano, que fue obispo auxiliar de esta arquidiócesis durante casi dos décadas (entre 1975 y 1992) y falleció pocos días antes de cumplir 101 años. El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli, presidió una misa concelebrada con el nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig; otros seis obispos y 33 sacerdotes. El cardenal Poli lo señaló como ejemplo de "buen pastor". Asistió el embajador de Irlanda. Un sobrino nieto sacerdote, el presbítero Martín Bracht, en nombre de su familia, dijo que "fue profeta en su tierra".
A las 11, presidió la misa exequial el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli, con quien concelebraron el nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig; otros seis obispos y 33 sacerdotes. Los obispos fueron monseñor Rubén Frassia, de Avellaneda-Lanús, y los auxiliares de Buenos Aires, monseñores Joaquín Sucunza, vicario general; Eduardo García, provicario general; Enrique Eguía Seguí, vicario de la Zona Centro; Alejandro Giorgi, vicario de la Zona Belgrano, y Ernesto Giobando SJ, vicario de la Zona Flores.
Entre la treintena de sacerdotes se encontraban el inspector salesiano de Argentina Sur, padre Honorio Caucamán SDB, con otros salesianos, como el padre Mario Iantorno, ex presidente del Consejo Superior de Educación Católica (Consudec); el rector de la catedral, presbítero Alejandro Russo; el presbítero Santiago Lascombes, sobrino de monseñor Leaden, y el presbítero Martín Bracht, sobrino nieto. También se hicieron presentes sacerdotes palotinos, encabezados por su superior, padre Tomás O´Donnell.
En la Liturgia de la Palabra, la lectura estuvo a cargo del doctor Luis Ricardo Fernández, quien fue vicepresidente de la Junta Arquidiocesana de la Acción Católica de Buenos Aires en momentos en que monseñor Leaden era el asesor eclesiástico de esa institución laical en el ámbito porteño, y el Evangelio lo leyó el presbítero Martín Bracht.
En la homilía, el cardenal Poli saludó a los familiares directos de monseñor Leaden, a la familia salesiana, a los padres palotinos y a la comunidad irlandesa. Se hallaba presente el embajador de Irlanda, James Mc Intyre. También asistió el director del periódico católico de la comunidad irlandesa The Southern Cross, Guillermo Mac Loughlin Bréard.
Al referirse al Evangelio de las bienaventuranzas, el cardenal Poli señaló que "el Reino viene del cielo, es de Dios, y tiene cabida en el corazón humano bien dispuesto". Dijo que los cristianos deben vivir y amar como bienaventurados, con vigilancia y fidelidad, y en ese sentido puso como ejemplo de buen pastor a "nuestro querido hermano obispo Guillermo".
El arzobispo leyó la semblanza de la vida del pastor fallecido, que el mismo monseñor Leaden escribió con ocasión de sus 25 años de ordenación episcopal y que AICA reprodujo en la noticia de ayer informando del fallecimiento. Y al señalar ese texto que tenía siete hermanos, uno de ellos, Alfredo, sacerdote que fue provincial de los palotinos y murió asesinado en 1976, el cardenal se salió del texto para recordar lo que dijo monseñor Leaden en sus exequias: "Yo recuerdo la misa aquella y sus palabras, de compasión, de darle a esa tragedia una mirada de fe".
"Fue profeta en su tierra", dijo su sobrino nieto sacerdote
Al finalizar la misa, el cardenal le pidió al padre Martín Bracht que dijera unas palabras por la familia de monseñor Leaden. El sacerdote recordó al "tío Guillermo" dando gracias por su ejemplo de laboriosidad, de alegría serena, de encuentro con los otros; algunas veces con un whisky que alegraba el encuentro, acotó. Dio gracias a Dios por haberlo podido disfrutar durante tantos años. "Siempre nos dejaba algo en el corazón al convocarnos como familia". En ese sentido, dijo que su tío "fue profeta en su tierra".
Señaló que el día anterior se habían hecho presentes en el velatorio el arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, y el obispo de Merlo-Moreno, monseñor Fernando Maletti. Agradeció también a la congregación salesiana, que "fue su gran familia" y adonde quiso volver en sus últimos años. Agradeció a todos los sacerdotes presentes y al rector de la Catedral su acompañamiento, así como a monseñor Antonio Aloisio, que con delicadeza y ternura, ayudó a revestir al difunto sacerdote con su sotana. "Nos queda su ejemplo "concluyó-, lo que ha sembrado en nuestro corazón", y en nombre de su familia deseó que "dé fruto en nuestra vida".
Se mencionó al final que habían enviado mensajes el arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik OFM Cap; el arzobispo emérito de Corrientes monseñor Domingo Castagna y el obispo de Mar del Plata, monseñor Antonio Martino, así como el Encuentro Matrimonial Nacional. Se hallaban presentes miembros de distintas instituciones, entre ellas del Centro de Profesionales de la Acción Católica Santo Tomás de Aquino, del cual monseñor Leaden era asesor, que cada año promueve la Exposición del Libro Católico.
Al final, el cardenal Poli rezó un responso, mientras cada uno de los obispos y sacerdotes reunidos en el presbiterio mantenía una vela encendida. Curiosamente, en ese momento un apagón dejó a oscuras el templo y la iluminación fue dada por esas velas. El padre Russo pidió a todos que encomendaran el obispo fallecido a la Virgen y todos cantaron la Salve Regina en latín.
Posteriormente los restos mortales fueron llevados procesionalmente hacia la cripta que se encuentra debajo del altar mayor, donde son sepultados los obispos auxiliares de Buenos Aires (considerado el espacio sagrado más antiguo de la ciudad), aguardando el día de la resurrección. El cortejo bajó a la cripta mientras se cantaba "Tú eres sacerdote para siempre, mediador entre Dios y los hombres ". En la semipenumbra, matizada por las velas que llevaban obispos y sacerdotes, el cardenal Poli leyó algunas oraciones iluminándose con la luz de un teléfono celular. Y se entonó un canto referido a las glorias de María: "Un día al cielo iré y la contemplaré".
Mons. Leaden era el cuarto obispo más anciano del mundo
Mons. Leaden era el cuarto obispo más anciano del mundo, superado solo por el obispo Géry-Jacques-Charles Leuliet, emérito de Amiens (Francia) con 104 años; Mons. Peter Leo Gerety, arzobispo emérito de Newark (Estados Unidos), con casi 102 años, y Mons. Bernard Joseph McLaughlin, obispo auxiliar emérito de Buffalo (Estados Unidos), con 101 años y medio de edad.+ (Jorge Rouillon)