Evocaron a Luigi Giussani, fundador de Comunión y Liberación

Abrieron una muestra sobre su vida en una sede porteña de la Universidad Católica de Salta. Varias personas dieron testimonio de experiencias de trabajo desplegadas según el espíritu de ese movimiento

La atractiva personalidad del sacerdote italiano Luigi Giussani (1922-2005), fundador del movimiento Comunión y Liberación (CL), se puso de manifiesto al inaugurarse la muestra "De mi vida a la vuestra", en un acto realizado el martes 15 de octubre en una de las sedes porteñas de la Universidad Católica de Salta (Ucasal), en Avenida Roque Saénz Peña 950.

La muestra incluye paneles con grandes fotos y textos de sus escritos, y podrá visitarse hasta el viernes 19 inclusive. En la presentación varias personas dieron testimonio de cómo el espíritu que Giussani infundió en sus seguidores se hizo carne en sus vidas, relatando experiencias de trabajo que desarrollan en ambientes muy diversos.

"Fue el hombre que me cambió la vida", dijo el padre Mario Peretti, que a los 15 años se acercó al grupo de jóvenes estudiantes que orientaba Giussani porque lo invitó una chica que le gustaba y poco después le escribió al sacerdote: "Acá encontré mi casa verdadera".

"Al comienzo éramos cuatro gatos locos", recordó Peretti. Señaló que en unas vacaciones que compartieron los primeros del movimiento eran 27 (más algunos otros que no habrían ido). Pero aseguró que desde el comienzo Giussani les confirmaba que "no éramos un grupo de amigos; éramos el inicio de algo nuevo para todo el mundo". Hoy CL está extendido por unos 70 países.

Ordenado sacerdote en 1972, Peretti lleva más de dos décadas en la Argentina, y al mencionar el texto de San Juan que dice que la Palabra, el Verbo, "se hizo carne y habitó entre nosotros", Giussani hacía uso de una modalidad del verbo griego, que puede tomar el valor de una acción en el pasado pero que se extiende y queda en el presente, y así decía: "Y habita entre nosotros". Jesucristo no es un recuerdo del pasado; no es el recuerdo de un muerto, no se puede reducirlo a un sentimiento o a una ley moral, añadió el orador: el cristianismo es un encuentro presente con Cristo, Jesús de Nazareth hoy, y su Cuerpo, que es la Iglesia.

Experiencias de trabajo en la Argentina
El 9 de mayo de 2024 se abrió en Milán la fase testimonial de la causa de canonización del fundador del movimiento, coincidiendo con el 40° aniversario de la llegada de Comunión y Liberación a la Argentina. Uno de los presentes en el acto en la Ucasal era el padre Leonardo Grasso, uno de los dos sacerdotes italianos  -el otro era el padre Cesare Zaffanella, ya fallecido-  a quienes el entonces obispo de Avellaneda, monseñor Antonio Quarracino, encomendó atender una parroquia en esa diócesis del conurbano porteño.

Con el lema "El trabajo es la expresión total de la persona ¿qué quiere decir ser un trabajador?", varias personas dieron testimonio en el acto de cómo el espíritu del movimiento prendió en estas tierras y de qué modo les anima a enfocar diariamente su vida laboral.

Pablo Grunwaldt contó de una empresa que empezaron hace 18 años varios miembros del movimiento, vendiendo máquinas de empresas japonesas, alemanas, etc. y ofreciendo un servicio postventa. Pasaron momentos difíciles al cortarse la posibilidad de importar. Para continuar la empresa, las personas empleadas aceptaron reducir un 30% su sueldo, yendo a trabajar un día menos cada semana; los cuatro socios también se bajaron el sueldo -lo que el personal apreció- pero trabajando todos los días. La empresa logró salir adelante; hoy emplea a 40 personas, con filiales en países vecinos. Y habiendo creado un ambiente de trabajo humano y servicial. Grunwaldt se emocionó y pidió a otro que leyera lo que escribió un joven que hace apenas un año que trabaja allí: decía que siempre había deseado trabajar en una empresa como ésa. Y agregó Grunwaldt que en realidad la empresa tiene un quinto socio: el Señor.

"Enseñar a trabajar como ustedes me enseñaron"
A su vez, Isaac "Lalo" Portal contó las vicisitudes de un proyecto que comenzó cuando vio con su esposa que no les alcanzaba el dinero para el sustento diario y para sus hijas. Y pensó en algo relacionado con ellas, hacer una empresa al servicio de la persona: el traslado de chicos con capacidades especiales. Se sintió responsable de cada una de esas criaturas y hasta co-creador, pensando en lo que en el Génesis Dios dijo al contemplar la Creación. "Y vio que era bueno".

Patricia Modarelli, administrativa y luego directiva en la obra del padre Mario Pantaleo, en González Catán, contó que de joven había pensado estar disponible para una vida como misionera, anunciando el Evangelio en otras tierras, pero eso no se dio porque debía cuidar a su madre. Tiempo después, en una misa advirtió que en su trabajo  -que hasta había pensado dejar por no tener suficiente retribución económica- estaba su misión. El salario, que te reconozcan, el poder hacer, todo eso está bien, dijo, pero hay algo más: "Él te está llamando". Y contó una gratificante experiencia de un chico de 18 años, que apenas hablaba, e hizo una pasantía al lado de ella. Luego, pareció perderse en un medio vulnerable, en un ambiente de droga, al igual que un hermano que murió trágicamente. Pero no se perdió: volvió a encontrarlo años después y era dueño de una empresa de carpintería, con varios empleados. Y le dijo a ella: "Tengo que enseñarles a trabajar, como ustedes me enseñaron".

Coordinó el panel Viviana Sito Henderson, que inscribió estas experiencias dentro de la Compañía de las Obras, iniciativa nacida dentro de Comunión y Liberación para encarar juntos el trabajo con un sentido humano. Al principio habló Francisco de Luca, por la Universidad Católica de Salta, quien señaló el deseo de dar a conocer en la institución ejemplos como el de Giussani y el del empresario argentino Enrique Shaw, ambos en proceso de beatificación.

Se proyectaron escenas en las que Luigi Giussani, siendo un joven y sonriente sacerdote, compartía momentos de comunicativa alegría con jóvenes -en medio de caminatas, carreras, cantos- y luego otras en que ya anciano desbrozaba ante un periodista sus pensamientos centrados en el mensaje de Cristo a la humanidad.

Educar es un riesgo
El viernes 18, a las 19, en el cierre de la muestra, se evocará su enfoque educativo a partir de su libro "Educar es un riesgo. Apuntes para un método educativo verdadero" (vale considerar que Giussani empezó a gestar su movimiento entre jóvenes estudiantes siendo profesor de un colegio secundario estatal de Milán, el liceo clásico Berchet).

Habrá una mesa de diálogo sobre el tema "La educación no puede olvidar el corazón. ¿Cuál es entonces la tarea del educador?". Estará a cargo del doctor en Filosofía Carlos Hoevel, asesor de Estrategia y Política Cultural en la Secretaría de Educación de la Nación, y de la doctora en Educación Gracia Clerico, docente en la Universidad Nacional del Litoral y asesora en la Subsecretaría de Educación Artística de la Provincia de Santa Fe.+ (Jorge Rouillon)