Viernes 29 de marzo de 2024

Elecciones en Corrientes: Los obispos llaman a "hacer historia"

  • 26 de mayo, 2021
  • Corrientes (AICA)
"Hacer historia es cuidar y proveer lo mejor para combatir así la pobreza; y tomar las decisiones necesarias para hacer frente a las precariedades existentes en los servicios sanitarios y educativos".
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Los obispos de Corrientes difundieron un comunicado a raíz de las elecciones en la provincia, donde consideran que esa instancia democrática es una oportunidad para "hacer historia" y para vivir fuertemente la solidaridad “como virtud moral y actitud social”.

"Hacer historia es cuidar la casa común, que tenga en cuenta tanto a las generaciones presentes como a las futuras; que consideren la elaboración de propuestas y políticas públicas mediante la consulta popular; que se respete el uso y se posibilite el libre acceso de cada ciudadano al uso común de los bienes, teniendo en cuenta como señalara San Pablo VI, que 'cualquier otro derecho, incluido el de la propiedad privada, no debe estorbar, antes bien, facilitar' el ejercicio del derecho de acceso a esos bienes comunes".

"Hacer historia es cuidar y proveer lo mejor para combatir así la pobreza; y tomar las decisiones necesarias para hacer frente a las precariedades existentes en los servicios sanitarios y educativos".

Y sostienen: "Hacer historia, en fin, es asumir con responsabilidad, en esta hora histórica y en el contexto de la fiesta patria, el cuidado de nuestro pueblo ante el flagelo de la pandemia, en primer lugar, por parte de los que serán elegidos, y luego tomando conciencia que, en la medida que todos colaboremos en superarla, saldremos más rápido y mejores para continuar construyendo el presente y futuro entre todos sin excluir a nadie".

Firman el comunicado el arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik OFMCap; el obispo de Goya, monseñor Adolfo R. Canecín; el obispo de Santo Tomé, monseñor Gustavo A. Montini; y el obispo auxiliar de Corrientes, monseñor José A. Larregain OFM.

Texto del comunicado
En este año electoral, caracterizado en nuestra Provincia por elecciones en diversos niveles (ejecutivo, legislativo y municipal), y en el marco de la Pandemia que estamos atravesando, pueden presentarse para algunos como una esperanza y, tal vez, para otros carezcan de significación. Sin embargo, el escenario de una pobreza creciente, una conflictividad social preocupante y un grave riesgo sanitario, reclama la responsabilidad por parte de todos. Esta realidad pone a prueba, una vez más, nuestra fe, esperanza y caridad.

Dios jamás abandona a su pueblo, menos aún cuando transcurre por períodos desconcertantes y muy duros como el actual; al contrario, se compromete y acompaña para convertirlos en una oportunidad para crecer en el amor a Él y al prójimo. 

En esta perspectiva, las elecciones se presentan como una oportunidad para todos. Tanto para aquellos que viven la vocación política y se postulan en estas circunstancias como candidatos para desempeñar diversas funciones públicas, como para los ciudadanos en general, que estamos llamados a elegir y a acompañar con el ejercicio de una ciudadanía responsable a quienes consideremos idóneos para los cargos.

A los primeros, les reconocemos la labor política que desempeñan, recordando las palabras del Papa Pio XI, “la política es una de las formas más altas de la caridad”, pues a quienes la ejercen con honestidad y entrega, muchas veces los lleva a sacrificar sus tiempos, su privacidad y sus propios intereses en pos del bien de los demás. A ellos, sin embargo, les reclamamos integridad moral, propuestas claras, concretas y realizables que aseguren a los hermanos más frágiles y a los descartados por la sociedad, el acceso a una salud integral y también a tierra, techo y trabajo, como verdadero camino de la paz social.

También contamos con que perseveren en un espíritu de diálogo y de construcción de consensos, tanto con sus pares como con los que opinan diferente, en una permanente y diligente escucha al pueblo correntino que los ha elegido, con la convicción de que “los otros son constitutivamente necesarios para la construcción de una vida plena" y que “la conciencia del límite o de la parcialidad, lejos de ser una amenaza se vuelve la clave desde la que soñar y elaborar un proyecto común" (Fratelli tutti 150).

A los segundos, les recordamos que otra forma de hacer política será posible solamente con la participación y compromiso responsable de cada uno de los ciudadanos en la “cosa pública”.

A todos los convocamos en este momento histórico a vivir fuertemente la solidaridad “como virtud moral y actitud social”.

A quienes pugnan por alcanzar el poder en estas elecciones, como a quienes les toca en suerte y en responsabilidad elegirlos, que “la solidaridad, entendida en su sentido más hondo, es un modo de hacer historia” (Fratelli Tutti 116), siendo esta una responsabilidad primordial para quienes ejercen o ejercerán la función pública.

Hacer historia es cuidar la casa común, que tenga en cuenta tanto a las generaciones presentes como a las futuras; que consideren la elaboración de propuestas y políticas públicas mediante la consulta popular; que se respete el uso y se posibilite el libre acceso de cada ciudadano al uso común de los bienes, teniendo en cuenta como señalara San Pablo VI, que “cualquier otro derecho, incluido el de la propiedad privada, no debe estorbar, antes bien, facilitar” el ejercicio del derecho de acceso a esos bienes comunes.

Hacer historia es cuidar y proveer lo mejor para combatir así la pobreza; y tomar las decisiones necesarias para hacer frente a las precariedades existentes en los servicios sanitarios y educativos.

Hacer historia, en fin, es asumir con responsabilidad, en esta hora histórica y en el contexto de la Fiesta Patria, el cuidado de nuestro pueblo ante el flagelo de la pandemia, en primer lugar, por parte de los que serán elegidos, y luego tomando conciencia que, en la medida que todos colaboremos en superarla, saldremos más rápido y mejores para continuar construyendo el presente y futuro entre todos sin excluir a nadie.

Que nuestra Madre de Itatí, que se puso al servicio de los invitados a las Bodas de Caná (cf. Jn. 2, 1-11), toque el corazón de candidatos y electores, para que sepamos aunar esfuerzos y trabajar juntos hacia una provincia que nos incluya a todos y crezca en un intercambio federal y saludable con toda la Nación.+