El Vaticano alerta sobre Órdenes de Caballería impostoras
- 18 de octubre, 2012
- Ciudad del Vaticano
Es un gran honor ser nombrado Caballero o Dama de una Orden de Caballería, sin embargo, muchas de las que se presentan como derivadas de las grandes órdenes medievales o destinadas a la protección de la Iglesia, son totalmente falsas. Para evitar equívocos, la Secretaría de Estado del Vaticano publicó una nota aclarando aquellas que reconoce: En primer lugar las que son propias del Vaticano: la Suprema Orden Ecuestre de la Milicia de Nuestro Señor Jesucristo, la Orden del Speron d´Oro (Espuela de Oro), la Orden Piana (de Pío IX), la Orden de San Gregorio Magno, y la Orden del papa San Silvestre y en segundo término reconoce y tutela sólo a dos: a la Soberana y Militar Orden de Malta, y a la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén y confirma que no atribuye ningún valor ni a los diplomas ni a las insignias que concedan las demás órdenes de caballería y por lo tanto no es apropiado usar iglesias o capillas para las supuestas "ceremonias de investidura".
En primer lugar las que son propias del Vaticano: la Suprema Orden Ecuestre de la Milicia de Nuestro Señor Jesucristo, la Orden del Speron d´Oro (Espuela de Oro), la Orden Piana de Pío IX, la Orden de San Gregorio Magno, y la Orden del papa San Silvestre
Además de las nombradas, la Santa Sede reconoce y tutela solamente a la Soberana Orden Militar de Malta -también conocida como Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta-, cuyo Gran Maestro es Fray Matthew Festing; y a la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, cuyo Gran Maestre es el cardenal O´Brien y ?aclara el comunicado- no tiene intención de hacer innovaciones en este sentido.
Todas las otras Órdenes -sean de nueva institución o derivadas de las medievales- no son reconocidas por la Santa Sede, no pudiendo la misma hacerse garante de su legitimidad histórica y jurídica, de sus finalidades y de sus sistemas organizativos.
Para evitar equívocos desgraciadamente posibles, también a causa de la expedición ilícita de documentos y del uso indebido de lugares sagrados, y para impedir que se sucedan abusos que después resultan dañinos para muchas personas de buena fe, la Santa Sede confirma que no atribuye ningún valor a los diplomas de caballería y a las correspondientes insignias que sean expedidas por asociaciones no reconocidas, y no considera apropiado el uso de las iglesias y capillas para las llamadas "ceremonias de investidura".+