Jueves 21 de noviembre de 2024

Francisco: reconocer las joyas preciosas de la vida y distinguirlas de las baratijas

  • 30 de julio, 2023
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
"Jesús es la perla preciosa de la vida", recordó este domingo el Papa, e invitó a "no perder el tiempo y la libertad en cosas triviales, pasatiempos que nos dejan vacíos por dentro.
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El Papa Francisco invitó este domingo 30 de julio, durante el rezo del Ángelus desde la ventana del Palacio Apostólico, a “no perder el tiempo y la libertad en cosas triviales, pasatiempos que nos dejan vacíos por dentro, ¡mientras que la vida nos ofrece cada día la perla preciosa del encuentro con Dios y con los demás!: discernir para encontrarlo".

Dirigiéndose a los peregrinos de todo el mundo congregados en la Plaza de San Pedro, el pontífice centró su reflexión en la parábola del mercader, del pasaje evangélico propuesto hoy en la liturgia, deteniéndose en los gestos de ese hombre, que "primero busca, luego encuentra y finalmente compra". 

Primero, buscar: es "una invitación a no encerrarnos en la rutina, en la mediocridad de los que están satisfechos, sino a reavivar el deseo: a cultivar sueños de bien, porque el Señor no es repetitivo, trae siempre la novedad del Espíritu"

El segundo gesto del mercader es encontrar: sabe reconocer una perla de gran valor. “Esto también -comentó el Santo Padre- es una lección para nosotros: todos los días, en la casa, en la calle, en el trabajo, en las vacaciones, tenemos la oportunidad de ver lo bueno. Y es importante saber encontrar lo que importa: nos entrenarnos para reconocer las gemas preciosas de la vida y distinguirlas de la chatarra. No perdamos el tiempo y la libertad -advirtió- en cosas triviales, pasatiempos que nos dejan vacíos por dentro, mientras la vida nos ofrece cada día la perla preciosa del encuentro con Dios y con los demás".

Finalmente, el mercader compra la perla, sacrifica todo para conseguirla. Se habla de Jesús: "Él - explicó Francisco - es la perla preciosa de la vida, que hay que buscar, encontrar y hacer propia”. 

“Vale la pena invertirlo todo en Él, porque cuando uno se encuentra con Cristo, la vida cambia". De ahí la invitación a preguntarse: "¿Él está en primer lugar para mí?, ¿es el mayor bien de la vida? Sería hermoso - concluyó el Papa - decirle hoy: 'Jesús, Tú eres mi mayor bien'".+