Jueves 21 de noviembre de 2024

El episcopado mexicano criticó a la Suprema Corte por la despenalización del aborto

  • 10 de septiembre, 2021
  • Ciudad de México (AICA)
"Frente a la aparente disyuntiva sobre no criminalizar a la mujer que aborta y preservar la vida del concebido no nacido, la Corte optó por 'descartar' al segundo, sin buscar la salvaguarda de ambos".
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La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) cuestionó la falta de equidad en los razonamientos empleados por los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el pasado 7 de septiembre, para determinar inconstitucional la pena de cárcel para las mujeres que aborten o practiquen un aborto en el estado de Coahuila.

Tras señalar que la Iglesia es consciente de que la cárcel no es una solución a la problemática de la mujer que aborta, consideró que la decisión de máximo tribunal es un “peligroso y desproporcionado contraste entre el contenido y límites de lo que denomina ‘derecho de la mujer a decidir’ frente a ‘la protección constitucional del nasciturus’ (término empleado en el derecho penal, para hacer referencia al ser concebido pero no nacido)”.

Los obispos mexicanos advirtieron que el proyecto aprobado reconoce que no existe referencia constitucional o convencional expresa del llamado “derecho de la mujer a decidir”, pero subraya que “el sustrato de esta prerrogativa lo constituyen la dignidad humana, la autonomía, el libre desarrollo de la personalidad, el derecho a la vida privada, la igualdad jurídica, el derecho a la salud y la libertad reproductiva”.

Asimismo, lamentaron que no es admisible que el análisis conjunto de estos conceptos lleven a la conclusión de que existe un “derecho fundamental” de la mujer “a decidir”, y que éste consiste “en la posibilidad de acceder libremente al aborto, al amparo de los artículos 1º y 4º constitucionales”.

En este sentido, el episcopado mexicano cuestionó a los ministros: “Si el sustrato de este denominado ‘derecho a decidir’ se encuentra en estos principios, ¿bajo qué razón lógica se le desconoce al nasciturus? ¿Qué elementos objetivos existen para restringir estos derechos al concebido no nacido y, en consecuencia, retirarle la protección del Estado?”, se preguntó.

Los obispos advirtieron su preocupación de que los razonamientos empleados por los ministros se sustenten sólo en parámetros de interpretación que, “bajo la apariencia de progresividad”, se traducen ahora en la ‘constitucionalización del derecho a decidir’, “desconociendo otros bienes jurídicos de igual jerarquía, cuyo valor intrínseco es independiente de las creencias religiosas o convicciones de cada persona”.

De igual modo, calificaron de incongruente el hecho de que, en una misma resolución, se lleve a cabo un ejercicio discursivo exhaustivo y una interpretación extensiva para abordar el llamado “derecho a decidir”, y por otra parte, se aplique una visión restrictiva del derecho humano a la vida”.

Lamentaron que a pesar de que el derecho a la vida está expresamente reconocido en tratados internacionales, así como del estatuto biológico, antropológico y jurídico del concebido no nacido y la protección que merece, los ministros hayan argumentado falta de unanimidad en los criterios éticos, morales, filosóficos, científicos y legales sobre el momento a partir del cual empieza la vida humana y el momento a partir del cual debe protegerse por el Estado.

“La ambigüedad del planteamiento, implica indefectiblemente la discriminación del ser humano por razón de su etapa de gestación colocando al concebido no nacido como si fuese un bien jurídico del que se pueda disponer si se encuentra en un breve período cercano al inicio del proceso de gestación y dejando al arbitrio de un tercero, si continúa viviendo o no”.

Un llamado a caminar juntos
Los obispos mexicanos finalizaron su mensaje con un llamado a enfrentar los grandes desafíos sociales de la época a caminar juntos en favor del bien común, de la dignidad humana y de los derechos fundamentales de todas las personas, sea cual sea su condición.

También consideraron que la materia del debate sostenido en la SCJN en días pasados merece un renovado compromiso de todos los actores políticos, de la comunidad académica, de las iglesias y de las organizaciones civiles para garantizar la protección de las mujeres en toda circunstancia, gestando o no, al tiempo que se respete el derecho humano a la vida tanto de la madre como del concebido aún no nacido.

Informaron que con este fin, la Dimensión Episcopal de Vida ofrecerá en el curso de los próximos días y semanas, algunos subsidios que ofrezcan criterios técnicos para el análisis y la construcción de propuestas y acciones.

“Elevamos nuestra oración permanente por todas aquellas personas que trabajan diariamente en la defensa de las mujeres y de los derechos del concebido no nacido, pidiendo a la Santísima Virgen de Guadalupe que interceda ante Dios para que los continúe alentando en su labor”, concluyeron.+

Texto completo del mensaje “A favor de la mujer y de la vida” de los obispos mexicanos.+