Sábado 5 de octubre de 2024

El custodio de Tierra Santa habla de una calma tensa en la región

  • 9 de agosto, 2024
  • Jerusalén (Tierra Santa) (AICA)
Tras el asesinato del líder de Hamás, "la gente permanece encerrada en sus casas y hay una percepción de suspenso, de que algo se avecina, aunque nadie sabe cuándo, cómo ni dónde", aseguró.
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El custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton, manifestó con preocupación que se vive una situación de mayor tensión tras el asesinato del líder de Hamás, Haniyeh en Irán, que muy probablemente precipitará una nueva escalada del conflicto en Medio Oriente. 

Fray Patton, desde Rodas, donde está esperando para poder regresar a Jerusalén -ya que desde hace unos días muchos vuelos se cancelaron-, entrevistado por la Agencia AsiaNews, dijo que la situación en Tierra Santa es de "una calma surrealista". "Todos esperan, con miedo por un lado y esperanza por el otro, que la tormenta pase rápido y cause pocos daños, aunque la gente permanece encerrada en sus casas y hay una percepción de suspenso, de que algo se avecina, aunque nadie sabe cuándo, cómo ni dónde".

El franciscano precisó que "hay una sensación de que es algo diferente, pero nadie sabe hasta qué punto. Por ejemplo, no se sabe si el ataque será más o menos intenso, una condición diferente a la del 13 de abril. Por lo que me cuentan los frailes más ancianos, que están en Tierra Santa desde la década del '90, para comprender la realidad actual hay que remontarse a la época de la Guerra del Golfo, cuando existía la amenaza de que Irak bombardeara con armas químicas. Los hermanos tenían que reunirse en el refectorio, sellando las ventanas, con las máscaras siempre preparadas, situación aún más trágica que la de ahora".

Sobre las declaraciones del ministro de Finanzas israelí, Smotrich, que justificó el recurso del hambre para dos millones de palestinos en Gaza como arma de guerra, el Custodio de Tierra Santa expresó que "esas palabras dan la medida de cuál es la concepción política de la extrema derecha religiosa y nacionalista israelí", y añadió que a esto "se suma el estancamiento relacionado con las próximas elecciones en Estados Unidos, que sin embargo podrían revelar sorpresas, tanto en el caso de una victoria de Donald Trump como en el de un éxito de Kamala Harris, porque no creo que ninguno de los dos aceptaría continuar con las cosas tal como se han hecho hasta ahora sobre el terreno".

Una sociedad dividida
Patton reflexionó luego respecto de que -desde su punto de vista- "la sociedad israelí está dividida más o menos en dos mitades: todos los gobiernos de derecha se mantuvieron en pie por un par de votos, no son mayorías que hayan arrasado en las elecciones [teniendo en cuenta que se trata de un sistema unicameral con proporcionalidad pura]. En los últimos años se ha registrado un giro hacia la derecha, pero no es simplemente una derecha política, sino más bien político-religiosa, en la que creció el peso de agrupaciones cuya ideología básica es una mezcla de nacionalismo y mesianismo, de fundamentalismo religioso". 

"Esta deriva -explicó el franciscano- fue alentada desde 2018, con la aprobación de una Basic Law, una ley fundamental del Estado, según la cual Israel es un "Estado judío", es decir, un Estado no hebraico sino judaico, con una connotación no solamente étnica, sino étnico-religiosa. Esto favoreció el ingreso en el gobierno de personas como Itamar Ben-Gvir y Bezalel Smotrich, con una mayor aceleración de la colonización, con las provocaciones de la derecha religiosa para trasladar el statu quo a la Explanada de las Mezquitas, y con un debilitamiento progresivo de la Autoridad Palestina y el aumento, como reacción, del peso de Hamás. Se dio así una polarización de ambos frentes", lamentó el Custodio.

La comunidad cristiana en Gaza
"La comunidad cristiana está sufriendo mucho en todos los territorios", dijo el Custodio, y precisó: "en Gaza todos esperan que termine la guerra para ver quién quedó con vida; en Cisjordania, en Belén, llevan 10 meses sin trabajar, porque la economía se basa en las peregrinaciones. Las escuelas también se encuentran en una situación crítica, desde Jericó hasta Belén y Jerusalén, porque las familias ya no pueden aportar y hay un empobrecimiento general, que las lleva a sentirse humilladas. Por eso, tienen una fuerte tentación de emigrar, incluso los cristianos de Galilea -que son los más ricos de la zona- a Chipre o Grecia".

Por otra parte, Patton se refirió al tema de la "propiedad", que consideró "un punto fundamental" en Medio Oriente. "En Tierra Santa -señaló-, los que no tienen propiedades, ya sean tierras o casas, no sobreviven. Lo que en Europa se consideran escaramuzas económicas, son en realidad batallas por la supervivencia. Una comunidad cristiana o iglesias que no tienen propiedades significa que son incapaces de proteger a su comunidad y a sus miembros. Ésta es la diferencia entre Medio Oriente y Europa: en Europa, cuantas menos propiedades posee la Iglesia, más libre es; acá ocurre lo contrario, porque sin propiedades los cristianos tienen que emigrar para encontrar un lugar donde vivir. Esto no se entiende en Occidente, que aplica sus propias categorías al resto del mundo, a pesar de que ya representa menos del 10% de la población mundial". 

Sin embargo el Custodio expresó esperanza, recordando que, "para el cristianismo, mientras queden 12 personas, siempre existe la posibilidad de un nuevo comienzo. Pero la esperanza sólo tiene valor si le damos una dimensión teológica, que procede de la confianza en Cristo muerto y resucitado. Hace falta una gran fe para permanecer en situaciones que sólo parecen un Viernes Santo, para creer que llegará el Domingo de Resurrección".

Y concluyó con una exhortación: "Que el mundo, que Europa no olvide a Medio Oriente, tanto en términos espirituales, recordándolo en la oración, como en términos concretos, para que se haga todo lo posible, comenzando por que se involucren la política y la diplomacia, para poner fin a la guerra. Lo que hace falta es una solución política y diplomática, y que en el futuro el mundo de la economía haga su aporte para la reconstrucción, para empezar de nuevo".+