Viernes 26 de abril de 2024

El cardenal Villalba asumió su parroquia romana

  • 11 de mayo, 2015
  • Roma (Italia) (AICA)
El arzobispo emérito de Tucumán, cardenal Luis Héctor Villalba, tomó posesión de la parroquia de San Jerónimo, ubicada en el distrito romano de Corviale, que le fue confiada por el papa Francisco al elevarlo a la dignidad cardenalicia. El purpurado llamó a los feligreses a ser "agentes de la evangelización" y ofreció la misa "por las intenciones de cada uno y por toda la comunidad, para que continúe creciendo en fraternidad y en espíritu misionero".
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El arzobispo emérito de Tucumán, cardenal Luis Héctor Villalba, tomó posesión de la parroquia de San Jerónimo, ubicada en el distrito romano de Corviale, que le fue confiada por el papa Francisco al elevarlo a la dignidad cardenalicia, durante el consistorio ordinario público celebrado en febrero.

Con la concelebración de la misa, el sábado 9 de mayo por la tarde, el purpurado argentino tomó posesión de su título cardenalicio y quedó oficialmente integrado al clero de la diócesis de Roma.

El cardenal Villalba estuvo acompañado en la celebración por monseñor Guillermo Karcher, oficial de protocolo del Vaticano, y por el presbítero Enrique Monteros, secretario canciller del arzobispado de Tucumán. Fue recibido en la iglesia de San Jerónimo por el párroco, presbítero Stefano Alverici, y por la feligresía, que colmó los espacios del templo.

Durante la homilía, el cardenal expresó su alegría por esta responsabilidad que le asignó el Papa. Manifestó que el Santo Padre enseña que la parroquia "es presencia eclesial en el territorio, ámbito de la escucha de la Palabra, del crecimiento de la vida cristiana, del diálogo, del anuncio, de la caridad generosa, de la adoraciones y la celebración", y animó a los feligreses a ser "agentes de la evangelización".

El arzobispo emérito de Tucumán saludó detenidamente al párroco, a los consagrados y consagradas, a los laicos y referentes de las instituciones y de los movimientos parroquiales. Comentó que ofrecía la misa "por las intenciones de cada uno y por todo la comunidad, para que continúe creciendo en fraternidad y en espíritu misionero".

Al meditar el Evangelio, el purpurado indicó que el Señor Jesús "vino a hacernos capaces de otro amor", y agregó: "El amor que nos pide Jesús es buscar el bien de las personas; el amor es el distintivo de la autenticidad cristiana. Si en verdad amamos a los otros de esta manera, nuestra vida será como un Evangelio que todos podrán leer para conocer a Jesucristo".

El cardenal cerró su homilía pidiendo a "Nuestra Señora de la Pascua" que "acompañe y proteja nuestra comunidad parroquial para que sea sal de la tierra, luz del mundo y levadura de Dios en la Historia de los hombres".

Texto completo de la homilía

Encuentro con el Santo Padre
El miércoles 6 de mayo, en horas de la tarde, el cardenal Villalba visitó a Francisco en su residencia de la Casa Santa Marta, donde abordaron diferentes temas de actualidad eclesial y recordaron las tareas compartidas en la Argentina.

El pontífice, al ser llamado al orden episcopal en 1992, reemplazó en la Vicaría de Flores a monseñor Villalba, por entonces trasladado como obispo de San Martín. Asimismo, el nuevo cardenal fue vicepresidente de la Conferencia Episcopal Argentina en los dos períodos en que el actual obispo de Roma era presidente.

La bula papal dirigida al cardenal Villalba
Francisco, obispo, siervo de los siervos de Dios, al venerable hermano Luís Héctor Villalba, arzobispo emérito de Tucumán, cardenal electo de la Santa Romana Iglesia, ¡saludo y bendición apostólica!

Dado que estás adornado de los debidos dones y méritos en la Iglesia católica, y habiéndonos parecido oportuno agregarte en nuestro Colegio Cardenalicio, por nuestra potestad apostólica te creo cardenal presbítero, con todos los oficios y derechos propios del orden de los presbíteros, asignándote en esta urbe la insigne iglesia de San Jerónimo en Corviale.

Al párroco de esta parroquia, a los sacerdotes y a todos los demás que la integran, los exhortamos paternalmente a que, al momento de tomar posesión del título, te acojan gozosos y afectuosamente se pongan a tu disposición.

Además, al alegrarnos de que, habiendo sido elegido para el Senado de la Iglesia Católica, eres, por una parte, válida ayuda en el tratamiento de las cuestiones de mayor responsabilidad y, por la otra, un honor para la sede romana, también elevamos nuestras más fervientes plegarias al benignísimo Señor para que te colme de sus dones y te confirme permanentemente con toda la fuerza y riqueza de la gracia.

Roma, en San Pedro, el día 4 del mes de febrero del año 2014.
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