El cardenal Hummes presidirá los actos por el 25º aniversario de la canonización de Roque Gonzáles
- 12 de noviembre, 2013
- Asunción (Paraguay) (AICA)
El papa Francisco nombró al cardenal Claudio Hummes, prefecto emérito de la Congregación para el Clero, como su enviado especial a la clausura de la peregrinación nacional de las reliquias de San Roque González de Santa Cruz y sus compañeros mártires en el XXV aniversario de su canonización, que tendrá lugar en Asunción, Paraguay, el 15 de noviembre. En la carta, escrita en latín y fechada el 10 de noviembre, el Papa pide al cardenal Hummes que presida en su nombre las celebraciones y manifieste junto con su bendición, su paternal afecto a todo el pueblo del Paraguay.
Forman parte de la misión pontificia que acompañará al purpurado el padre Virgilio Rodi Alonso, párroco rector de la catedral metropolitana de Asunción y vicario judicial del Tribunal Interdiocesano, y el padre Alberto Luna SJ, provincial de los padres jesuitas en el Paraguay.
Programa
El cardenal Hummes arribará al Paraguay el jueves 14, y esa misma tarde, a las 19, presidirá una misa en el polideportivo del colegio Cristo Rey.
El viernes 15, a las 8, mantendrá un encuentro con el presidente de la República, Horacio Cartes.
Luego se reunirá con los religiosos en el Seminario Metropolitano. A las 18 participará de la procesión desde la parroquia San Roque González hasta la explanada de la catedral, donde a las 19 presidirá la misa.
El sábado 16 de noviembre se trasladará a Itapúa. Visitará las ruinas y a las 11 oficiará la misa en la catedral local.
El domingo 17 presidirá la misa principal de las 7 en la explanada del santuario de Caacupé. Luego brindará una conferencia de prensa.
En horas de la tarde, a las 16.30 tendrá un encuentro con el clero en el Seminario Metropolitano y a las 19 asistirá a la función especial del Ballet "Roque Marangatu" en el teatro lírico José Asunción Flores del Banco Central, organizado por la Conferencia Episcopal Paraguaya. El lunes hará una visita al Bañado Norte y a las 18 retornará al Brasil.
Roque Gonzáles y sus compañeros mártires
Nació en 1576 en la Ciudad de Asunción. Fue uno de los diez hijos del escribano real Bartolomé González y de María de Santa Cruz. Con sólo 22 años fue ordenado sacerdote por monseñor Hernando Trejo y Sanabria, obispo de Córdoba, y tiempo después nombrado párroco de la catedral de Asunción por el obispo Martín Ignacio de Loyola. Se desempeñó en diversas actividades apostólicas, y no aceptó el cargo de Vicario General de Asunción porque quería llegar hasta los mismos indígenas para evangelizarlos. En 1609 abandona Asunción e ingresa a la Compañía de Jesús, comenzando su labor como misionero evangelizador. En 1613 funda la reducción de San Ignacio Miní, una de las más grandes. El 25 de marzo de 1615 funda la ciudad de Encarnación, en el actual departamento de Itapúa.
Funda las reducciones de Concepción de la Sierra (1619), Candelaria (1627), San Javier y otros centros ubicados sobre la costa del río Uruguay. Sobre ese río se extendió hacia el sur, fundando la Reducción de Yapeyú, en la actual provincia de Corrientes, en la Argentina.
De Yapeyú, partió hacia tierras adentro en el sur del actual Brasil fundando las reducciones de San Nicolás, Asunción del Iyuí y Caaró. Justamente en la zona de Iyuí, tenía grandes diferencias con el cacique Ñezú, y fue así que el día 15 de noviembre de 1628, esta reducción es destruida y Roque es asesinado junto al padre español Alonso Rodríguez Olmedo en Caaró. La misma suerte corrió el Padre Juan del Castillo, que fue asesinado dos días después, el 17 de noviembre de 1628.
Los cadáveres fueron arrojados a la hoguera, pero milagrosamente el corazón de Roque no se quemó. El corazón y el hacha con el que lo mataron fueron trasladados a Roma. Posteriormente fueron llevados a la Argentina. En la actualidad el corazón se halla y puede ser visitado en la capilla de los Santos Mártires de la parroquia Cristo Rey, en Asunción.
Roque y sus compañeros mártires fueron beatificados por Pío IX el 28 de enero de 1934 y canonizados por Juan Pablo II el 16 de mayo de 1988 convirtiéndose en el primer santo paraguayo.+