Jueves 21 de noviembre de 2024

Durante la Cuaresma, Mons. Lozano acompaña a los fieles en la oración

  • 18 de febrero, 2021
  • San Juan (AICA)
En el inicio del tiempo de Cuaresma, el arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Jorge Eduardo Lozano, compartió una reflexión, la primera de este tiempo.
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Con el objetivo de acompañar a los fieles en el camino hacia la Pascua, el arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Jorge Eduardo Lozano, compartió el Miércoles de Ceniza la primera reflexión de un ciclo de oración que tendrá una entrega cada miércoles.

"Hoy, iniciando la Cuaresma, el signo que se destaca es la ceniza que, volcada sobre nuestras cabezas, es una invitación a la conversión, al cambio de nuestra vida”, señaló el prelado.

“Habitualmente, los pecadores públicos, los más reconocidos pecadores se vestían con una especie de arpillera y ceniza. Hoy sabemos que el pecado anida no sólo en los que se nota más, sino también en los que se nota poco o menos, y todos, como Iglesia, nos disponemos entonces a transitar con este espíritu de anhelo y deseo de conversión”, afirmó.

“Hoy es un día de ayuno, ¿y qué significa esto? Privarnos de alguna comida, pero no por privarnos, hay muchos que se privan para hacer una dieta, otros que se privan porque no tienen dinero. La invitación al ayuno es privarnos para poder ayudar”, destacó.

En ese sentido, mencionó la campaña que están haciendo con Cáritas, “Ayuná para ayudar”, y animó a “que el ayuno de hoy nos pueda servir a nosotros para moderar nuestros deseos, pero sobre todo servir a otros en el amor, en la caridad, en el servicio”.

“El profeta Isaías, que lo leemos hoy en la misa, nos dice que el ayuno que le gusta a Dios es compartir tu pan con el hambriento y hospedar al que veas sin techo. Por eso te propongo que durante estos 40 días, todo lo que podamos privarnos, el fruto económico, lo pongamos en un cofre o en un sobre, que este sea nuestro tesoro y que lo que podamos ahorrar de nuestros gastos y gustos innecesarios, lo compartamos después con nuestros hermanos”.

“La pandemia y el terremoto nos muestran dónde tenemos que ayudar. Tu corazón te va a decir dónde tenés que ayunar. Que Dios te bendiga y podamos andar este tiempo con un corazón abierto a Dios y a los hermanos”.+