Distinguen a una representante de la hermandad entre Hamburgo e Iguazú

Gertrud Theobald cumple un importante rol entre los voluntarios que estuvieron promoviendo en Alemania el apoyo y acompañamiento a proyectos y actividades de servicio en la diócesis de Iguazú.

En el marco de la hermandad entre la arquidiócesis de Hamburgo y la diócesis de Puerto Iguazú, que cuenta con un recorrido de más de 25 años, el arzobispo de Hamburgo, monseñor Stefan Heße, otorgó una medalla de honor para reconocer la labor de cuatro voluntarios destacados. Es una distinción que esa arquidiócesis otorga periódicamente a personas que hayan brindado un especial testimonio de compromiso en el amor y servicio al prójimo.

En esta ocasión, una de las distinguidas fue Gertrud Theobald, quien cumple un importante rol entre los voluntarios que estuvieron promoviendo en Alemania el apoyo y acompañamiento a proyectos y actividades de servicio en la diócesis de Iguazú. Theobald visitó en reiteradas oportunidades la diócesis argentina y, por su gran admiración y afecto a la comunidad de Puerto Iguazú, decidió estudiar la lengua castellana, para poder comunicarse de una forma más cercana.

En diálogo con la diócesis de Iguazú, la mujer laureada comentó que el premio se llama Sankt Ansgar Medaille, o Medalla de San Ansgar (Oscar), quien vivió en el siglo IX,  y fue misionero en el norte de Europa y el primer obispo de Hamburgo. La medalla de San Ansgar fue entregada como premio por la arquidiócesis de Hamburgo por primera vez en el año 2000. Es el único galardón de la arquidiócesis y está reservado a laicos que muestren un compromiso ejemplar con la Iglesia.

Sobre el trabajo que realiza a diario y sus años en la comunidad, Theobald aseguró: “Llevo trabajando para la asociación unos 26 años, desde su fundación. La relación entre las diócesis creció; si hacemos una comparación es como una semilla que se convirtió en un gran árbol”.

Asimismo, explicó que durante este tiempo “inicié algunos proyectos, por ejemplo, la hermandad entre las escuelas San Miguel y otra escuela católica en Hamburgo (2007), los Programas Secundaria (2012) y Terciario (2021); el Programa Música (2016) y el llamado ¨Una Acción Para Navidad¨, que consiste en comprar colchones y zapatos”.

Además, Theobald aseguró que “una parte significativa de mi trabajo consiste en encontrar donantes e inspirarlos para que participen en la hermandad entre ambas diócesis. Cabe mencionar que, desde hace muchos años, trabajamos en grupo en Hamburgo; somos cinco las personas responsables del trabajo de la amistad diocesana”.

Seguidamente, comentó sus sensaciones tras recibir la medalla: “Siento alegría y agradecimiento. Sin la buena cooperación en Hamburgo y por parte de Iguazú, los éxitos no habrían sido posibles”. “La relación de las diócesis es muy importante para la diócesis de Hamburgo, y esto refuerza nuestro trabajo”, agregó.   

Además, destacó que el premio es también “una oportunidad para ampliar la conexión y dar a conocer más todo lo que se hace, para que más gente se entere”.

Finalmente, sobre los objetivos a corto plazo, subrayó: “Me gustaría que más jóvenes se dedicaran al trabajo. Me gustaría reforzar el intercambio. Podemos aprender mucho unos de otros. Seguimos aprendiendo cada día, lo cual es importante y a veces hasta tedioso, Necesitamos respeto y responsabilidad recíproca. La continuidad es importante, y por eso suelo decir: una iniciativa muchas veces es fácil, más difícil es perseverar”.

En diálogo con AICA, desde la diócesis explicaron además que el pasado fin de semana arribó a Iguazú un grupo de jóvenes desde Alemania, los cuales se unieron a dos adultos que llegaron la semana anterior, con el objetivo de recorrer obras y escuelas -que son ayudas firmes que se hacen desde la arquidiócesis de Hamburgo- así como también de participar de diferentes actividades.+