Jueves 21 de noviembre de 2024

Desde el Sínodo, representantes argentinos compartieron sus reflexiones

  • 12 de octubre, 2018
  • Roma (Italia) (AICA)
En el marco del Sínodo de Obispos sobre los Jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional, los argentinos Mariano García, agente de Pastoral Juvenil de la Conferencia Episcopal Argentina, y monseñor Mariano Fazio, vicario general del Opus Dei, compartieron algunas reflexiones.
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Desde Roma, los argentinos participantes del Sínodo de Obispos sobre los Jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional, Mariano García, agente de Pastoral Juvenil de la Conferencia Episcopal Argentina, y monseñor Mariano Fazio, vicario general del Opus Dei, compartieron algunas reflexiones.

Mariano García detalló sus expectativas para el sínodo "sobre una Iglesia que se pone no sólo en escucha, sino que también mira en modo fraterno a los jóvenes, para también alentarnos en nuestro protagonismo dentro de ella, porque somos parte de ella".

El agente de Pastoral Juvenil destacó además la gran participación general y las esperanzas compartidas de los obispos que se interrogan sobre "cómo acompañar de la mejor manera a los jóvenes", afirmó.

Entre los problemas que afectan a los jóvenes en el país del papa Francisco, Mariano García habló de las adicciones, la violencia, la trata de personas y la pobreza en todos sus aspectos. También señaló algo que está emergiendo en el país en los últimos años, que es el suicido juvenil: "Estamos tomando conciencia como Iglesia sobre cómo acompañar a los jóvenes que se ven afectados por esto", dice; "queremos afrontar todo llevando como bandera la esperanza y con mucho compromiso".

Finalmente, Mariano envió un mensaje desde su papel como participante de este acontecimiento tan especial que desde Roma pone la mirada en los jóvenes del mundo, sus problemas, preocupaciones y necesidades. "Que se sientan escuchados y protagonistas de lo que se está viviendo en Roma", animó. "Sin duda este Sínodo es para los jóvenes, con los jóvenes y desde los jóvenes", aseguró, y consideró que los elegidos para ser auditores "sentimos un compromiso muy grande", porque "al regreso tenemos que seguir contagiando de esas energías de las que nuestros jóvenes nos fueron contagiando a nosotros para asistir".

"A todos los chicos y chicas del mundo les digo que sigan muy fielmente todo lo que está sucediendo, porque son parte de esto y queremos realmente empujar a la Iglesia con una fuerza como la que nos caracteriza, que es la fuerza de los jóvenes".



El vicario general del Opus Dei, monseñor Mariano Fazio, por su parte, destacó dos palabras que acompañan el desarrollo del Sínodo: Escuchar y acompañar.

«Los jóvenes necesitan ser escuchados, ser seguidos, ser comprendidos y también ser guiados». Con estas palabras, monseñor Fazio, hizo una lectura de las necesidades de los jóvenes de hoy, haciendo hincapié en lo que será una de las "palabras icónicas" del Sínodo: escuchar. "No se trata sólo de oír", afirmó, "se trata de escuchar con empatía, tratando ? como decía el Cardenal Newman ? de establecer una relación de corazón a corazón". "Se trata de escuchar para proponer".

El prelado aludió a cómo durante el Sínodo se subrayó que Jesús ?es joven entre los jóvenes?. "Jesús ? dijo - supo escuchar a todos sus coetáneos y en particular a los jóvenes".

"En el Sínodo se habló mucho de la imagen de Emaús, el Señor que se hace el encontradizo con personas que estaban desorientadas, y el corazón de estos jóvenes que se llena de entusiasmo por el sólo contacto de Jesús. Jesús les escucha pero también les propone: les propone ir a las escrituras, les propone el contenido de amor de misericordia de Jesús. Creo que los jóvenes necesitan precisamente eso hoy: estar muy cerca de Jesús y escuchar con el alma abierta la propuesta que Él les hace, que es una propuesta de amor", señaló.

Interpelado sobre la juventud que se aleja por motivos que han escandalizado a muchos fieles, monseñor Fazio puso el acento en que "no sólo los jóvenes, sino cualquier persona de buena voluntad está escandalizada al ver la presencia del pecado en la Iglesia".

"Son momentos de vivir de fe ? señaló ? , porque la Iglesia es fundamentalmente una Institución Divina: lo más importante en la Iglesia es cómo Dios actúa, no cómo actuamos los hombres. Pero tenemos que hacer un acto de contrición, pedir perdón, caminar por esos caminos de conversión para mostrar la maravilla del seguimiento de Cristo, que lamentablemente hoy no estamos mostrando por tantos pecados que hay en la vida de la Iglesia".

Para recuperar la confianza de los alejados, el prelado recuerda que si una de las palabras claves es "escuchar", otra es "acompañar": "Tenemos que acompañar a los jóvenes. El acompañante es una persona identificada con Cristo: trata de poner a los jóvenes en relación con Cristo. Desaparecer nosotros, dejar de ser protagonistas, y, al contrario, ser instrumentos para que los jóvenes se encuentren otra vez con Cristo. Si ven en los acompañantes a Cristo mismo, creo que se recuperará la confianza perdida en la institución eclesiástica", afirmó.

Finalmente, el vicario general del Opus Dei destacó un aprendizaje del sínodo: La diversidad de situaciones que enfrentan los jóvenes. "Es emocionante escuchar a los obispos de Medio Oriente en donde sufren persecución, a los del África, en donde hay una violencia inaudita, a los del mundo más desarrollado, que están en una sociedad de bienestar pero parece estuvieran como ahogados en las necesidades espirituales", detalló.

Monseñor Fazio concluyó con sus esperanzas sobre este Sínodo: "Espero que sepamos escuchar más, que sepamos acompañar mejor y que renovemos ese afán apostólico de llegar no sólo a los jóvenes que ya tienen el don de la fe, que han recibido el bautismo, sino llegar, como dijo el Señor, hasta los últimos confines del mundo, con renovado entusiasmo, muy unidos a Jesús".+