Jueves 25 de abril de 2024

¿Cuál es el destino de la Colecta del Viernes Santo para Tierra Santa?

  • 11 de abril, 2017
  • Ciudad del Vaticano
La Congregación para las Iglesias Orientales ?a través de una carta del prefecto, cardenal Leonardo Sandri- convocó a la colecta que se realiza en las iglesias de todo el mundo el Viernes Santo, también llamada "Colecta para Tierra Santa". La colecta nace de la necesidad de obtener ayudas materiales destinadas a Tierra Santa y de la voluntad de los papas de mantener fuerte el vínculo de los cristianos del mundo con la tierra de Jesús. El cardenal Sandri destacó que la colecta "es la fuente principal de ingresos" para el sostenimiento de la vida que se desarrolla alrededor de los Santos Lugares, por lo tanto apeló a la generosidad de los fieles.
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La Congregación para las Iglesias Orientales ?a través de una carta del prefecto, cardenal Leonardo Sandri- convocó a la colecta que se realiza en las iglesias de todo el mundo el Viernes Santo, también llamada "Colecta para Tierra Santa".

La colecta nace de la necesidad de obtener ayudas materiales destinadas a Tierra Santa y de la voluntad de los papas de mantener fuerte el vínculo de los cristianos del mundo con la tierra de Jesús.

El cardenal Sandri destacó que la colecta "es la fuente principal de ingresos" para el sostenimiento de la vida que se desarrolla alrededor de los Santos Lugares, por lo tanto apeló a la generosidad de los fieles.

Según un comunicado difundido por la Santa Sede, durante el pasado ejercicio 2015-2016, la Congregación recibió 5.275. 601 dólares y 1. 833.339 euros procedentes de la Colecta.

Normalmente, la Custodia de Tierra Santa recibe la mayor parte de lo recaudado. La parte que va a la Congregación para las Iglesias Orientales, sirve para la formación de candidatos al sacerdocio, al sostenimiento del clero, la actividad educativa, la formación cultural y los subsidios a las diversas circunscripciones eclesiásticas en Oriente Medio.

Esta cifra no fue suficiente para cubrir los gastos. En dicho ejercicio se destinaron 3.181.000 dólares a la formación de seminaristas, sacerdotes y religiosas en Roma; 300.000 euros al mantenimiento de los Colegios donde se alojan los estudiantes, y 600.000 para el Pontificio Instituto Oriental.

Se dedicaron 850.000 dólares a la Secretaría de Solidaridad, que coordina la distribución de subsidios a las instituciones educativas gestionadas por esa institución; 800.000 dólares a la Escuela del Patriarcado Latino de Jerusalén; y 1.400.000 dólares a la Universidad de Belén, donde estudian 3.000 jóvenes, la mayor parte de ellos palestinos musulmanes.

Asimismo, se distribuyeron 1.951.500 dólares y 19.100 euros para el sostenimiento de la Iglesia presente en Jerusalén, Jordania, Irak, Siria, Líbano, Turquía, Irán, Egipto, Etiopía y Eritrea.

En cuanto a los subsidios extraordinarios y de emergencia, se dedicó una parte importante a ayudar a los cristianos golpeados por la guerra en Siria y por las atrocidades cometidas por el Estado Islámico y otros grupos yihadistas en Medio Oriente.

Se entregó 569.000 dólares en favor de las sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas y seminaristas de Siria; 71.000 dólares y 8.854 euros en favor de los refugiados en Irak; 148.000 dólares para los cristianos de Jerusalén, 11.869 euros para gastos extraordinarios de diferente tipo y 50.000 dólares para la colaboración cultural.

Parte de la recaudación fue destinada a la conservación y promoción de los Lugares Santos, en concreto a la restauración de la Basílica de la Natividad en Belén y del Santo Sepulcro en Jerusalén. Con lo recaudado, también se promocionaron las peregrinaciones a los Santos Lugares.

El hecho de que en total los gastos hayan superado lo recaudado en la colecta, pone de relieve la necesidad de lograr una mayor cooperación y empeño generoso de todos los cristianos del mundo para ayudar a sostener la Iglesia en Tierra Santa.

Carta a los obispos
En la carta que el cardenal argentino Leonardo Sandri remitió a todos los obispos de la Iglesia, se destaca la generosidad de los cristianos cada año en el Viernes Santo:

"Gracias a la generosidad de toda la Iglesia, que se hace concreta y se manifiesta también en la Colecta del Viernes Santo, la comunidad católica de Tierra Santa, tanto la perteneciente a la diócesis patriarcal de Jerusalén, a la Custodia Franciscana y a las otras circunscripciones, como las orientales (greco melquita, copta, maronita, siria, caldea y armenia), con las familias religiosas y los organismos de cada tipo, podrán ayudar de forma concreta a los pobres y a los que sufren de cada etnia y de cada fe sin distinción".

"Las parroquias ?continúa el cardenal en su carta, seguirán su servicio pastoral con atención preferencial por los pobres, las escuelas serán lugares de encuentro entre cristianos y musulmanes para preparar juntos un futuro de respeto y de colaboración, los hospitales y los ambulatorios, los hospicios y los centros de reunión continuarán acogiendo a los que sufren y a los necesitados, a los prófugos y refugiados, a las personas de toda edad y religión golpeados por la guerra".

La misiva indica, también que "vivir hoy la fe cristiana en Medio Oriente, lo sabemos, no es nada fácil. No lo es, especialmente, en Irak, en Siria y en Egipto, donde las comunidades cristianas han experimentado el ecumenismo de la sangre y donde cada concreto fiel ha de luchar todos los días contra la tentación de abandonar la propia tierra, o incluso la propia fe. Tampoco lo es en los demás países de la región, donde frecuentemente los cristianos se ven sometidos a formas de opresión y de discriminación que minan día tras días sus condiciones de vida"?

El purpurado argentino señala, además, que desde estos lugares "el anuncio de la Pascua se extendió por todo el mundo y continúa difundiéndose. En aquellas regiones, ininterrumpidamente a lo largo de los siglos, también al coste de grandes sacrificios y del martirio, ha continuado estando presente una comunidad cristiana con el semblante universal de Pentecostés".

El cardenal Sandri asegura, igualmente, que "la pequeña presencia cristiana en Medio Oriente tiene por ello necesidad de sentir el apoyo y la cercanía de toda la Iglesia. Un apoyo que se realiza con la constante oración por ellos. Un apoyo que se realiza también con la concreta ayuda económica, teniendo presente cuanto ya San Pablo escribía con ocasión de la primera colecta de Jerusalén: "Cada uno haga según se ha propuesto en su corazón, no de mala gana ni obligado, que Dios ama al que da con alegría" (2 Cor 9,7).

"En estos día de preparación para la Santa Pascua", afirma el cardenal, "renovamos nuestro empeño por ser artesanos de la paz, rezando y obrando para que la paz habite en el corazón de toda persona, especialmente de nuestros hermanos y hermanas de Tierra Santa y del Medio Oriente".+