Con fe se produce el encuentro de lo divino y lo humano
- 16 de agosto, 2018
- Avellaneda (Buenos Aires) (AICA)
El último domingo, décimo noveno del año litúrgico ordinario, se leyó el Evangelio de San Juan, en el pasaje donde Jesús declara que Él es el Pan bajado del cielo. Basado en estas palabras, el obispo de Avellaneda-Lanús, Mons. Rubén Frassia, dijo que cuando uno tiene fe se produce el encuentro de lo divino con lo humano.
"Cuando hablamos de Jesús -enseñó el prelado-, hablamos de Cristo, hablamos de la fe y también hablamos del sacramento de la Eucaristía, el Cuerpo del Señor.
"Siempre la fe exige el sacramento y siempre el sacramento es incomprensible fuera de la fe. Porque no son meros ritos que se celebran, sino que detrás de cada rito está el signo y detrás de cada signo está la gracia eficaz, está la presencia y en la Eucaristía está el cuerpo, el alma y la divinidad de Jesucristo. Allí uno toca a Dios y Dios nos toca a cada uno de nosotros".
Y agregó: "Cuando uno tiene fe se produce el encuentro de lo divino en lo humano y lo humano en lo divino. Y en ese encuentro sagrado -porque el banquete es sagrado, la comida es sagrada, la Eucaristía es sagrada- se produce la transformación. Dios nos toca y nos transforma. No es una cosa mágica sino que hay una correspondencia entre el don que Dios da y quien lo recibe".
Monseñor Frassia concluyó sus reflexiones recomendando "que seamos conscientes de lo que Dios nos da, seamos conscientes del regalo, la acción de gracias, la Eucaristía. Por ello tenemos que hacer méritos, merecerlo y no despreciarlo; recibirlo bien y darle lo mejor. Pidamos al Señor que nos ayude a descubrir, en Jesús, al Pan de Vida eterna".+