Chascomús: Asamblea del Pueblo de Dios: una Iglesia que agradece, escucha y sueña
- 21 de octubre, 2025
- Chascomús (Buenos Aires) (AICA)
Con la participación de representantes de toda la diócesis, la Asamblea del Pueblo de Dios reunió en Dolores a comunidades, movimientos, colegios y parroquias para agradecer el camino recorrido.
El Polideportivo Evita de la ciudad de Dolores fue escenario, el 18 de octubre, de la Asamblea del Pueblo de Dios, un gran encuentro diocesano que reunió a representantes de parroquias, colegios, movimientos y comunidades de toda la diócesis de Chascomús.
El objetivo de la jornada fue fortalecer los lazos comunitarios, agradecer el camino recorrido y proyectarse hacia el futuro, en un clima de escucha mutua y discernimiento espiritual.
Desde temprano, el polideportivo se colmó de cantos, abrazos y alegría. Tras la bienvenida y la animación inicial, se presentó el altar comunitario, como signo de una Iglesia construida entre todos.
Uno de los momentos más emotivos fue la "memoria agradecida", espacio en el que los participantes compartieron experiencias y testimonios sobre cómo Dios fue actuando en la historia de las comunidades. "La historia no empieza con nosotros", recordaron, subrayando que cada comunidad forma parte de una trama viva que sigue creciendo.
Posteriormente, tuvo lugar la "Conversación en el Espíritu", donde grupos integrados por jóvenes, adultos y consagrados reflexionaron juntos para discernir qué le dice hoy el Espíritu a la Iglesia. De ese diálogo surgieron palabras, sueños y desafíos que expresaron la voz del Pueblo de Dios.
La jornada continuó con momentos de oración, adoración y plenarios compartidos, donde se plasmaron las líneas pastorales que el Consejo Pastoral Diocesano, junto al obispo, monseñor Juan Ignacio Liébana, continuará trabajando para proyectar el camino futuro.
La Asamblea culminó con la celebración de la misa, en un clima de esperanza. La diócesis se prepara para celebrar sus 50 años en 2030, con el deseo de seguir caminando juntos, agradecidos por la historia, atentos a la voz del Espíritu y abiertos a los nuevos sueños que Dios inspira.+
