Fue en la ciudad de Castelli, donde se trabajó sobre las vías de recepción de denuncias. También se anunció la realización de talleres de prevención y se conformaron los equipos zonales.
Mons. Juan Ignacio Liébana designó para ese cargo y como delegado episcopal al profesor Juan Ignacio Fuentes. Le encomendó reorganizar la Comisión desde una perspectiva eclesial e interdisciplinar.
En su primera carta pastoral, el obispo de Chascomús invita a la alegría y a la esperanza, para seguir poniendo capacidades, dones y talentos al servicio del anuncio del Evangelio en las comunidades.
Se llevaron a cabo en la ciudad de Dolores, habiendo sido convocadas por el obispo local, Mons. Juan Liébana, quien impartió una iluminación teológico-pastoral sobre la parábola del buen samaritano.