Misa por el 102° aniversario del nacimiento de Enrique Shaw
- 23 de febrero, 2024
- Buenos Aires (AICA)
La ceremonia tendrá lugar el lunes 26 de febrero a las 18, en la basílica porteña Nuestra Señora del Pilar. Actualmente, se está estudiando un presunto milagro atribuido a la intercesión del venerable
Con motivo de celebrarse, el próximo lunes 26 de febrero, el 102° aniversario del nacimiento del venerable Enrique Shaw, se celebrará, en la basílica de Nuestra Señora del Pilar (Junín 1898, en el barrio porteño de Recoleta), una misa a las 18.
En esa iglesia, donde el empresario que va camino a los altares rezaba habitualmente, descansan sus restos, según permiso otorgado oportunamente por el arzobispo porteño de entonces, con aprobación de la Sede Apostólica.
Actualmente, el Dicasterio de la Causa de los Santos está estudiando un presunto milagro atribuido a su intercesión.
Quién fue ese empresario en vías de ser beatificado
Enrique Shaw nació en París en 1921, pero creció en Buenos Aires. Su madre murió cuando él tenía apenas 4 años, pero antes de morir pidió un último deseo: que Alejandro, su padre, le diera una educación en la fe católica. Y Enrique abrazó esa formación desde el primer momento.
Desde chico, entonces, tuvo una intensa devoción eucarística, rezando y encomendándose a Dios habitualmente. Enrique estudió en el colegio La Salle de Buenos Aires, donde se destacó como un alumno sobresaliente, y a los 14 años decidió ingresar en la Escuela Naval Militar.
El joven tenía un objetivo: quería fortalecer su carácter para cumplir una misión que intuía para su vida, y sentía que esa experiencia militar podía ayudarlo. En los cursos de la Escuela Naval se destacó, a pesar de tener dos o tres años menos que los demás.
En el verano de 1939, casi por casualidad, se cruza con un libro que le cambiaría la vida, el cual hablaba sobre el rol y las responsabilidades del hombre cristiano. “Creo que la Doctrina Social de la Iglesia iluminó a Enrique para plasmar su trabajo también como un compromiso social y de desarrollo y dignidad para todos”, señala el obispo castrense de la Argentina, monseñor Santiago Olivera.
En 1943, Shaw se casa con Cecilia Bunge, quien sería el amor de toda su vida. En 1945, habiendo hecho un notable recorrido en la Armada, pide su baja y se aboca a lo que su fe le estaba señalando: llevar el Evangelio a donde fuese necesario.
Decide ser empresario, porque quiere ayudar a su gente. Enrique entonces se pone un overol y aprende el oficio de la cristalería, como un trabajador más. Por mérito propio, llega al cargo de gerente general y es muy exitoso en su gestión. Está siempre al lado de los trabajadores.
También fue un gran hombre de familia, un pensador, un motor imparable que ayudó a poner en marcha la Universidad Católica Argentina, una enorme cantidad de emprendimientos sociales y hasta fue uno de los fundadores de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (ACDE), de la que además fue su primer presidente.
Logró que gran parte del mundo empresario entendiera la importancia de desarrollar nuevos dirigentes de excelencia, pero que tengan una perspectiva y una dimensión cristiana y humana en relación con el sector privado. Falleció el 27 de agosto de 1962.
El 24 de abril de 2021, el Papa Francisco autorizó la promulgación del decreto de la Congregación para las Causas de los Santos que reconoce las virtudes heroicas del siervo de Dios Enrique Shaw.
En este enlace pueden leerse, de forma gratuita, todos los libros escritos sobre él.
Más información, en https://www.enriqueshaw.com/+