Casa Pontificia: Francisco nombra a Fr. Roberto Pasolini nuevo predicador
- 9 de noviembre, 2024
- Ciudad del Vaticano (AICA)
El capuchino es un estudioso de la Biblia, implicado en la actividad académica y en la pastoral entre los pobres, los discapacitados y los presos. Fr. Raniero Cantalamessa deja su puesto tras 44 años.
Durante los últimos 44 años, en cada Cuaresma y cada Adviento, predicó ante tres Papas y la Curia Romana: probablemente uno de los encargos más duraderos en el Vaticano fue el desempeñado como predicador de la Casa Pontificia por el padre Raniero Cantalamessa, el célebre capuchino de 90 años, que se convirtió en un referente espiritual no sólo dentro de las Murallas Leoninas, sino también para millones de italianos, con sus libros, sus lecciones y sus programas de televisión.
Este sábado 9 de noviembre, Cantalamessa finaliza el mandato que le confió Juan Pablo II en 1980, el cual le fue renovado por Benedicto XVI y, luego, por Francisco, el Papa que en 2020 también quiso concederle la púrpura (que Cantalamessa aceptó, pero pidiendo conservar el hábito franciscano).
Un legado ciertamente importante que hereda su sucesor, nombrado hoy por el Pontífice: el capuchino Roberto Pasolini. Pero, para un fraile que imparte catequesis en los Navigli, en medio de la vida nocturna milanesa, que también participa desde hace años en comedores sociales, en la pastoral en las prisiones y con los discapacitados, y en la distribución de alimentos a las personas sin hogar, los desafíos no son ciertamente algo nuevo. Por tanto, a partir de ahora, el padre Pasolini, biblista y profesor de exégesis bíblica, será quien impartirá la catequesis ante el Papa y la Curia romana, sobre todo durante el Adviento y la Cuaresma de cada año.
Pasolini -de 53 años cumplidos el 5 de noviembre-, nació en Milán y pertenece a la Orden Franciscana de los Frailes Menores Capuchinos desde el 7 de septiembre de 2002. Fue ordenado sacerdote en 2006 y se desempeñó como profesor de lenguas bíblicas y de Sagrada Escritura en la Studio Theologico Laurentianum Interprovinciale de su Orden, en Milán y Venecia. Hoy, enseña exégesis bíblica en la Facultad de Teología de Italia del Norte, en Milán, colaborando con la arquidiócesis ambrosiana en la formación de profesores de religión y con la Conferencia Italiana de Superiores Mayores.
Esa actividad académica, el nuevo predicador la combina con una intensa actividad pastoral: encuentros de formación, predicación de retiros y ejercicios espirituales, acompañamiento espiritual y, también, iniciativas caritativas entre los grupos más frágiles de la sociedad, que lleva a cabo junto a las novicias, de las que es uno de los formadores.
También es autor de varios artículos y libros sobre espiritualidad bíblica, y analiza con interés las nuevas tecnologías, los nuevos medios de comunicación, como los podcasts, y las oportunidades de la Inteligencia Artificial; lo cual quizás constituye una reminiscencia de cuando era un joven informático, también involucrado en política en esos años, antes de descubrir -como reveló en una entrevista en el programa Soul de TV2000- que las ideologías no hacen al hombre más libre: la única libertad viene de Dios, porque "la verdadera libertad es liberarse del sentimiento de culpa, porque la redención de Cristo ha restablecido el vínculo del bien con Dios", según afirmó en esa ocasión.
Agradecimiento al padre Cantalamessa
La predicación del padre Pasolini es un tipo de predicación que aborda los temas más profundos de la existencia humana y de la fe, siempre ligada a la actualidad y a las nuevas tendencias.
Un rasgo que lo une a su predecesor, el cardenal Cantalamessa, que ahora continuará su vida de estudio, lectura y oración en la ermita del Amor Misericordioso, ubicada en Cittaducale, territorio de la diócesis de Rieti, junto a algunas monjas clarisas a las que atenderá como capellán.
El purpurado es una verdadera institución para muchos fieles, tanto para las personas mayores que lo siguen desde la época del famoso programa de la Rai titulado "Las razones de la esperanza", que comenzaba siempre con el clásico saludo franciscano de "Paz y Bien", como también para los más jóvenes, que se han hecho seguidores suyos a través de las redes sociales y relanzan sus reflexiones, nunca predecibles, siempre fascinantes y originales.
Es un punto de referencia, por tanto, también en las redes, por momentos con una vida de ermitaño, con cuatro décadas de servicio a tres Papas y cuatro años como miembro del Colegio Cardenalicio.+